Rite Aid considera nueva bancarrota ante desafíos financieros persistentes
La cadena de farmacias Rite Aid, con sede en Filadelfia, enfrenta nuevamente dificultades financieras significativas. A menos de un año de haber salido de un proceso de bancarrota bajo el Capítulo 11, la compañía evalúa la posibilidad de acogerse nuevamente a esta figura legal, según informes recientes.
Contexto de la situación actual
En octubre de 2023, Rite Aid se declaró en bancarrota debido a una deuda acumulada y múltiples demandas relacionadas con la crisis de opioides en Estados Unidos. Durante ese proceso, la empresa cerró más de 600 tiendas y vendió activos no esenciales, incluyendo su división de beneficios farmacéuticos, Elixir, por $577 millones .
Tras reestructurar aproximadamente $2 mil millones en deuda y asegurar $2.5 mil millones en financiamiento, Rite Aid emergió de la bancarrota en septiembre de 2024 como una empresa privada, bajo la dirección de su nuevo CEO, Matt Schroeder .
Evaluación de nuevas opciones estratégicas
A pesar de los esfuerzos de reestructuración, la compañía no ha logrado estabilizar sus operaciones a largo plazo. Fuentes cercanas a la empresa indican que Rite Aid está considerando opciones estratégicas, incluyendo la venta de una parte significativa o la totalidad de su negocio, como alternativa a una nueva bancarrota.
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La posibilidad de una segunda bancarrota subraya la persistencia de los desafíos económicos que enfrenta la compañía, que incluyen una competencia feroz en el sector farmacéutico y cambios en los hábitos de consumo.
Impacto en la red de tiendas y empleados
Durante el proceso de bancarrota anterior, Rite Aid cerró aproximadamente 694 tiendas, lo que representa alrededor del 34% de su red total . Estos cierres afectaron significativamente a estados como Michigan y Ohio, donde se clausuraron más del 70% de las ubicaciones.
Actualmente, la empresa mantiene alrededor de 1,250 tiendas operativas en todo el país. Sin embargo, una nueva bancarrota podría resultar en más cierres y despidos, afectando tanto a empleados como a comunidades que dependen de estos establecimientos para servicios de salud esenciales.
Repercusiones en el sector farmacéutico
Rite Aid no es la única cadena farmacéutica que enfrenta dificultades. CVS y Walgreens también han anunciado cierres de tiendas en respuesta a desafíos similares, como la disminución de los reembolsos por recetas y el aumento del comercio electrónico .
Estos cierres han generado preocupaciones sobre la creación de «desiertos farmacéuticos», áreas donde el acceso a servicios farmacéuticos es limitado, especialmente en comunidades rurales y de bajos ingresos .
Perspectivas futuras
La situación financiera de Rite Aid sigue siendo incierta. La empresa enfrenta la difícil tarea de encontrar una solución que le permita continuar operando y sirviendo a sus comunidades sin recurrir a una nueva bancarrota.
Los próximos meses serán cruciales para determinar el futuro de Rite Aid y su capacidad para adaptarse a un entorno de mercado en constante cambio.