La reciente expansión de Primark y H&M en Nueva York representa un significante movimiento en la estrategia de ambas compañías para consolidar su presencia en el competitivo mercado estadounidense, especialmente en vísperas de la campaña navideña, que es crucial para el retail. H&M, por un lado, ha optado por una estrategia temporal al abrir una tienda en Nolita, un barrio conocido por su atractivo comercial y su público diverso.
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Esta ubicación no solo alberga artículos vintage de sus colaboraciones anteriores, lo que podría atraer a un consumidor más consciente de la sostenibilidad y la moda retro, sino que también incluye novedades que apelan al carácter ecléctico y a la demanda del área. Esta apertura, que estará vigente hasta finales de diciembre, refleja la flexibilidad de H&M para adaptarse a las tendencias del mercado y a las preferencias locales, al tiempo que incrementa su visibilidad en un espacio clave de la ciudad.
Por otro lado, Primark marca un paso más firme al abrir un nuevo establecimiento en Queens Center, que comenzará operaciones el 5 de diciembre. Esta tienda se sumará a la ya existente en Jamaica, fortaleciendo su presencia en el barrio y en la ciudad en general, con una oferta variada que incluye licencias de marcas populares como Disney y Marvel. Esta diversificación de productos es una estrategia inteligente para atraer a una base de clientes más amplia, especialmente en el contexto del comercio minorista estadounidense, donde la demanda por artículos de marcas reconocidas sigue siendo alta.
Además, la expectativa de abrir en Manhattan en 2026, en una localización estratégica como Herald Square, señala la ambición de la marca para aumentar su número de tiendas en EE.UU., pasando de 27 locales actuales a potencialmente 60 en el futuro próximo.
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Ambas empresas, a través de sus respectivas estrategias de expansión, reflejan un reconocimiento del potencial de crecimiento en el mercado estadounidense. H&M, al adoptar una postura más ágil con su tienda temporal, y Primark, con su enfoque a largo plazo de incrementar significativamente su red de tiendas, evidencian su compromiso de atraer a consumidores en un ambiente altamente competitivo.
En este sentido, la decisión de abrir nuevos locales en Nueva York no solo es estratégica por el volumen de consumidores que atrae la ciudad, sino que también permite a estas marcas fomentar la lealtad del cliente y maximizar su exposición durante uno de los períodos más lucrativos del año. El panorama indica que ambas compañías están bien posicionadas para competir en un mercado que exige innovación y adaptabilidad, lo que podría tener implicaciones significativas para su progreso en Estados Unidos.