Macy’s, una de las cadenas de grandes almacenes más emblemáticas de Estados Unidos, ha anunciado su intención de cerrar más de 150 tiendas en un contexto marcado por un cambio drástico en la industria minorista debido a diversos factores, entre ellos la pandemia de COVID-19. La compañía está buscando adaptarse a un entorno de consumo que ha evolucionado hacia la digitalización y la compra en línea, lo que ha provocado una disminución significativa del tráfico peatonal en sus tiendas físicas. Este cambio en los hábitos de compra ha sido acentuado por la competencia creciente de actores del comercio electrónico como Amazon, que han establecido un nuevo estándar en las expectativas del consumidor, orientadas hacia la conveniencia, precios competitivos y una experiencia de compra fluida.
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El director ejecutivo de Macy’s, Tony Spring, ha reconocido que, a pesar de que ciertas tiendas no estén rindiendo al nivel esperado, estos locales pueden considerarse «activos inmobiliarios valiosos». Esta observación sugiere que, aunque las ventas puedan estar bajando, la ubicación y el valor de la propiedad siguen siendo atractivos, lo que deja abierta la posibilidad de que se evalúen alternativas distintas a los cierres definitivos. Sin embargo, la decisión de clausurar tiendas responde a una estrategia más amplia de reducción de costos que intenta focalizar las inversiones en las ubicaciones más rentables, a la vez que se incrementa la presencia online, un aspecto vital para la supervivencia y competitividad de la empresa en el nuevo panorama comercial.
Hasta el momento, Macy’s no ha lanzado una lista definitiva de las tiendas que cerrarán, aunque se ha indicado que 55 de los cierres se llevarán a cabo antes de finales de 2024. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio por transformar el modelo operativo de la compañía. A pesar del inminente cierre de varias sucursales, Macy’s planea al mismo tiempo invertir en sus otras marcas, específicamente Bloomingdale’s y Bluemercury, que son vistas como empresas clave para el futuro de la compañía. La apertura de 15 nuevas tiendas Bloomingdale’s y al menos 30 nuevas tiendas Bluemercury, así como la remodelación de otros 30 locales, indica que Macy’s está apostando por la diversificación y la modernización de su portafolio.
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Por ende, el futuro de Macy’s se presenta con una dualidad: mientras que la empresa desmantela parte de su infraestructura más tradicional y menos rentable, busca al mismo tiempo fortalecer su presencia en el sector de la venta minorista de lujo y el comercio electrónico. Este enfoque refleja una tendencia más amplia en la industria minorista donde la capacidad de adaptación y reinvención se ha vuelto fundamental para satisfacer a un consumidor que prioriza la rapidez y la eficiencia sobre la experiencia de compra tradicional. A medida que el entorno minorista continúa cambiando, solo el tiempo dirá si estas decisiones estratégicas permiten a Macy’s recuperar su relevancia y competitividad en un mercado en constante transformación.