En los últimos años, las marcas blancas han experimentado un notable crecimiento en el sector de los supermercados. Actualmente, representan el 20% del gasto total en el mercado de comestibles y se estima que esta cifra aumentará al 24% para 2030. Estas conclusiones, reveladas en un reciente informe de Alvarez & Marsal, subrayan la creciente importancia de las marcas privadas, especialmente en un contexto donde el crecimiento del mercado de alimentos se ha vuelto más lento. Este fenómeno pone de manifiesto no solo la adaptabilidad del comercio minorista, sino también la estrategia que están adoptando los supermercados para capitalizar las tendencias de consumo actuales.
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El informe destaca que el éxito de las marcas blancas va más allá de simples decisiones comerciales; se trata de una respuesta estratégica a las demandas cambiantes de los consumidores. La lealtad a la marca se ha convertido en un factor crucial, dado que más de 8 de cada 10 compradores basan sus decisiones de compra en la confianza hacia la marca. Este aspecto resalta la necesidad de que los supermercados desarrollen marcas privadas que no solo atraigan a los consumidores, sino que también fortalezcan la relación con ellos. Marco Valentini, director ejecutivo del Grupo de Consumo y Venta Minorista de Alvarez & Marsal, enfatiza que existe una fuerte correlación entre las cadenas de supermercados que manejan marcas propias efectivas y su desempeño financiero, lo cual sugiere que invertir en estas marcas es un movimiento inteligente para el crecimiento a largo plazo.
Por ejemplo, Kroger ha sido un pionero en este sentido, al mencionar durante una reciente conferencia sobre resultados que han logrado mantener precios bajos para los clientes gracias a su diversa oferta de marcas blancas, las cuales incluso han superado a las marcas nacionales en términos de ventas. McMullen, su director ejecutivo, compartió que más del 90% de los hogares de sus clientes compraron productos de estas marcas durante el segundo trimestre, lo que indica un fuerte impulso en la confianza del consumidor. Además, la expansión de esta estrategia hacia nuevas categorías y el lanzamiento de casi 600 nuevos productos este año reflejan la ambición de Kroger por diversificar y fortalecer su portafolio de marcas privadas.
No solo Kroger sigue esta tendencia, sino que otros gigantes del comercio minorista también están entrando en el juego. Amazon Fresh, por ejemplo, ha lanzado la marca Amazon Saver, que incluye más de 100 productos a precios accesibles, acentuando aún más la competencia en el sector. De manera similar, Walgreens ha introducido su propia línea de cuidado de la piel de marca premium, complementando su oferta existente. Esto pone de relieve una tendencia generalizada: los minoristas están invirtiendo activamente en la creación y expansión de marcas privadas que no solo son competitivas en precio, sino que también cumplen con un aumento en la demanda de productos más saludables y de calidad.
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El crecimiento de las marcas blancas en el sector de los supermercados es un fenómeno significativo que apunta hacia un futuro donde la confianza del consumidor y el valor de marca se convierten en pilares del éxito. A medida que los supermercados continúan invirtiendo en sus marcas privadas, es probable que veamos un aumento aún mayor en su participación en el mercado, lo cual les permitirá mantener su competitividad y relevancia en un panorama de consumo en constante evolución.