El diálogo reciente en el Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca se centró en el avance económico de EE.UU., que reportó un crecimiento del 2.8% en el segundo trimestre, superando las expectativas de analistas que anticipaban un aumento cercano al 2%. Este resultado fue considerado sorprendente y positivo, ya que indica que la economía está creciendo más fuerte de lo que se había pronosticado. Hornung, un asesor de la administración Biden, destacó que este crecimiento es más robusto que el de una economía normal y refleja la efectividad de las políticas implementadas por el presidente Biden y la vicepresidenta Harris.
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Sin embargo, a pesar de este crecimiento, la administración enfrenta desafíos significativos, especialmente en el ámbito de la vivienda. Hornung mencionó que hay un plan en marcha para abordar los problemas de vivienda, que incluye financiamiento para desarrolladores y constructores con el objetivo de construir dos millones de casas y comunidades asequibles y de calidad en todo el país. Este plan, sin embargo, depende de la acción del Congreso para su implementación.
En cuanto a los precios, aunque los costos de alquiler, electricidad y seguros de automóvil han aumentado a un ritmo más acelerado que los precios de los alimentos en el último año, los consumidores todavía enfrentan altos costos en los supermercados. Según estadísticas del Departamento del Trabajo, los precios de los alimentos experimentaron un incremento del 12.2% en 2022, seguido de un aumento del 4.7% en 2023, y un alza más moderada del 1.1% en el año actual. Hornung defendió que, a pesar de estos incrementos, ha habido cierta «estabilidad» en los precios de los alimentos en los últimos meses, con algunos productos mostrando caídas de precios, como autos nuevos y usados, así como ciertas prendas de vestir.
El asesor económico también subrayó la importancia de seguir monitoreando los informes de inflación y empleo en los próximos meses para evaluar cómo se está manejando la reducción de precios y la inflación, así como la salud del mercado laboral. A pesar de los avances, Hornung reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer para construir una economía que beneficie a la clase media y a las familias trabajadoras, especialmente en lo que respecta a la reducción de costos en áreas críticas como el cuidado infantil, la vivienda, la atención médica y los medicamentos recetados.
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Aunque el crecimiento económico del 2.8% es un signo alentador, la administración Biden se enfrenta a retos significativos en el control de la inflación y la mejora de la accesibilidad de la vivienda, lo que requerirá una acción concertada y colaboración con el Congreso para lograr un impacto duradero en la economía y en la vida de los ciudadanos.