La confianza del consumidor estadounidense se tambalea
El último informe del Conference Board pinta un panorama cauteloso para el consumidor estadounidense. Por tercer mes consecutivo, el Índice de Confianza del Consumidor ha retrocedido, situándose en abril en 97.0, su nivel más bajo desde julio de 2022. Si bien este indicador se mantiene dentro de un rango relativamente estable de los últimos dos años, la tendencia descendente y las razones subyacentes merecen atención.
El informe revela un deterioro tanto en la evaluación de la situación actual como en la perspectiva a corto plazo. El índice de situación actual, que mide cómo los consumidores ven el mercado laboral y empresarial actual, cayó a 142.9, mientras que el índice de expectativas, que refleja su visión del futuro de los ingresos, los negocios y el empleo, se desplomó a 66.4.
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Esta menor confianza se atribuye principalmente a un creciente pesimismo sobre las condiciones económicas futuras. Los consumidores sienten mayor preocupación por la disponibilidad de empleo, los ingresos y la situación general de los negocios. Los elevados precios, particularmente de alimentos y gasolina, dominan las inquietudes de los hogares estadounidenses, a pesar de que las expectativas de inflación a 12 meses se mantengan estables en 5.3%.
Cabe destacar algunas diferencias entre grupos demográficos. Si bien la confianza ha disminuido en todos los segmentos de edad y prácticamente todos los niveles de ingresos, salvo el tramo de $25,000 a $49,999, los menores de 35 años siguen siendo más optimistas que sus contrapartes mayores de 35. Curiosamente, la confianza entre los consumidores con ingresos inferiores a $50,000 se ha mantenido estable durante los últimos seis meses, mientras que la de aquellos con ingresos superiores ha decaído.
El informe del Conference Board también señala un ligero aumento en la percepción de una posible recesión en los próximos 12 meses. Sin embargo, este temor aún se encuentra muy por debajo del pico registrado en mayo de 2023.
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La confianza del consumidor estadounidense atraviesa un periodo de fragilidad. Aunque sigue siendo positiva en general, la tendencia descendente y las crecientes preocupaciones económicas a futuro son indicadores que no pueden ignorarse. Será crucial observar cómo evolucionan estos factores en los próximos meses para determinar si se trata de un bache temporal o el comienzo de una tendencia más preocupante.