El aumento en la confianza del consumidor en Estados Unidos durante noviembre, reflejado en un incremento del Índice de Confianza del Consumidor del Conference Board a 111.7, indica una notable mejoría en la percepción de la economía por parte de los ciudadanos. Este aumento de 2.1 puntos sobre el mes anterior marca la continuación de una tendencia optimista, que ha sido impulsada principalmente por un mercado laboral que sigue fortaleciéndose. Dana M. Peterson, economista jefe de The Conference Board, destaca que este crecimiento en la confianza se debe a evaluaciones más positivas sobre la situación actual. De manera especialmente relevante, las perspectivas de los consumidores sobre la disponibilidad futura de empleo han alcanzado niveles no vistos en casi tres años, lo que sugiere que los estadounidenses son cada vez más optimistas acerca de sus oportunidades laborales en el corto plazo.
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El informe también destaca dos componentes clave del índice: el Índice de Situación Actual y el Índice de Expectativas. El primero, que evalúa las condiciones presentes de los negocios y el mercado laboral, subió 4.8 puntos a 140.9, lo que sugiere que los consumidores están más satisfechos con la situación económica actual. Mientras tanto, el Índice de Expectativas, que mide las perspectivas a corto plazo de los consumidores, aumentó levemente a 92.3, superando claramente el umbral de 80 que suele indicar una recesión inminente. Este cambio en la percepción de los consumidores es significativo, especialmente considerando que la proporción de quienes anticipan una recesión en el próximo año ha disminuido considerablemente, alcanzando su nivel más bajo desde julio de 2022.
No obstante, las expectativas sobre las finanzas personales no son completamente uniformes. Aunque las evaluaciones sobre la situación financiera actual han mostrado un ligero descenso, el optimismo sobre las perspectivas financieras en los próximos seis meses ha alcanzado máximos históricos. Esto indica una especie de resiliencia entre los consumidores, quienes aún ante ciertos desafíos económicos, mantienen esperanzas en una mejora continua. A su vez, los consumidores son cada vez más optimistas respecto al mercado de valores, con un 56.4% proyectando un aumento en los precios de las acciones durante el próximo año, lo que refleja una confianza renovada en la recuperación y el crecimiento económico.
En términos de inflación, las expectativas han disminuido, pasando del 5.3% al 4.9%. Este descenso en la proyección de inflación es el más bajo desde marzo de 2020, sugiriendo que los consumidores podrían estar comenzando a sentir un alivio en la presión inflacionaria que ha caracterizado a la economía durante el último año. Sin embargo, los precios elevados siguen siendo una preocupación importante. En una encuesta especial sobre expectativas y preocupaciones para 2025, los consumidores identificaron los altos precios como su principal inquietud, seguido del deseo de precios más bajos. También expresaron preocupaciones relacionadas con los impuestos, conflictos internacionales y el malestar social, aunque en menor medida.
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Este contexto de confianza y optimismo entre los consumidores se presenta en un momento en que se anticipan elecciones cruciales en Estados Unidos, lo que podría estar influyendo en sus expectativas a corto plazo. A medida que los consumidores miran hacia el futuro, sus prioridades incluyen la mejora de sus finanzas personales, la reducción de impuestos y la posibilidad de ahorrar más, todo ello evidenciado por el deseo de mantener la estabilidad económica en un clima global incierto. Por lo tanto, mientras que la confianza del consumidor en noviembre de 2024 parece estar en ascenso, las preocupaciones sobre la inflación y los elevados costos de vida continúan presentes, lo cual será fundamental para observar la evolución de la economía estadounidense en los próximos meses.