En diciembre de 2024, el Índice de Confianza del Consumidor del Conference Board registró una disminución de 8.1 puntos, cayendo a 104.7. Esta caída refleja una pérdida de optimismo entre los consumidores sobre las condiciones económicas y laborales, en un contexto de incertidumbre a nivel nacional. Los dos componentes principales del índice, el Índice de Situación Actual y el Índice de Expectativas, presentaron descensos significativos, con el componente de expectativas experimentando la mayor caída.
Análisis de la caída del Índice de Confianza del Consumidor
El Índice de Confianza del Consumidor mide la percepción de los consumidores sobre las condiciones económicas actuales y sus expectativas para el futuro. Este índice es crucial para entender las tendencias de consumo y la posible evolución de la economía, ya que un descenso en la confianza suele estar asociado con un menor gasto de los consumidores, lo que puede afectar negativamente al crecimiento económico.
Según el informe del Conference Board, el Índice de Situación Actual, que mide cómo los consumidores evalúan las condiciones actuales del mercado laboral y los negocios, disminuyó 1.2 puntos, alcanzando los 140.2 puntos. Por su parte, el Índice de Expectativas, que se enfoca en las perspectivas de los consumidores para los próximos seis meses, sufrió una caída más dramática de 12.6 puntos, quedando en 81.1 puntos. Este descenso se considera preocupante, ya que un valor por debajo de 80 típicamente señala la posibilidad de una recesión económica.
Dana M. Peterson, economista jefe del Conference Board, comentó sobre los resultados: “El repunte reciente en la confianza del consumidor no se mantuvo en diciembre. Aunque las evaluaciones sobre el mercado laboral continuaron mejorando, las expectativas sobre los negocios y los ingresos futuros se deterioraron considerablemente, lo que impulsó la caída general del índice”.
Situación actual: Condiciones empresariales y del mercado laboral
En cuanto a las condiciones actuales de los negocios, los consumidores mostraron una disminución en su optimismo. En diciembre, solo el 19.1% de los encuestados consideró que las condiciones comerciales eran “buenas”, una caída respecto al 21.6% registrado en noviembre. Además, el porcentaje de consumidores que vio las condiciones comerciales como “malas” aumentó ligeramente, pasando del 15.3% al 16.7%. Esto refleja una disminución en la confianza sobre la estabilidad económica inmediata.
Por otro lado, las evaluaciones sobre el mercado laboral mejoraron en diciembre. El 37% de los consumidores opinó que había “abundancia” de empleo, lo que representa un aumento respecto al 33.6% de noviembre. Este indicador sugiere que, a pesar de la disminución general de la confianza, los consumidores siguen viendo oportunidades laborales favorables. En cambio, el porcentaje de consumidores que calificaron como “difícil conseguir trabajo” disminuyó ligeramente, pasando del 15.2% al 14.8%.
Expectativas a futuro: Menos optimismo sobre las condiciones económicas
Las expectativas de los consumidores sobre el futuro fueron especialmente pesimistas en diciembre. El 21.7% de los encuestados esperaba que las condiciones comerciales mejoraran en los próximos seis meses, una disminución con respecto al 24.7% de noviembre. Por otro lado, el 18.3% anticipó que las condiciones empresariales empeorarían, lo que representa un aumento significativo frente al 15.9% del mes anterior. Este cambio refleja una creciente preocupación sobre el futuro económico.
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En cuanto a las expectativas sobre el mercado laboral, los consumidores también mostraron pesimismo. Solo el 19.1% anticipó que habría más puestos de trabajo disponibles en los próximos meses, una disminución respecto al 22.8% de noviembre. Por el contrario, el 21.3% de los consumidores previó una disminución en la disponibilidad de empleos, en comparación con el 17.9% del mes anterior. Esto indica que los consumidores no solo son menos optimistas sobre las condiciones comerciales, sino que también temen que el mercado laboral se contraiga en el corto plazo.
Perspectivas sobre los ingresos
Las expectativas sobre los ingresos también se deterioraron en diciembre. Solo el 17.2% de los consumidores esperaba que sus ingresos aumentaran en los próximos seis meses, una disminución respecto al 20.7% de noviembre. En contraste, el porcentaje de consumidores que anticiparon una disminución en sus ingresos subió del 12.1% al 14.3%. Este cambio en las expectativas de ingresos es una señal preocupante, ya que puede llevar a los consumidores a reducir su gasto en el futuro cercano.
Evaluación de las finanzas familiares
En cuanto a las finanzas personales, los consumidores también mostraron una evaluación menos positiva de su situación financiera. Las valoraciones sobre las finanzas familiares actuales fueron significativamente menos optimistas en diciembre que en noviembre. Esto refleja una creciente preocupación por las presiones económicas, como la inflación y las tasas de interés más altas. Además, las perspectivas sobre la situación financiera futura de las familias también se redujeron, aunque de manera menos pronunciada.
A pesar de estas preocupaciones, la probabilidad percibida de una recesión en EE. UU. durante los próximos 12 meses se mantuvo cerca de sus niveles más bajos en los últimos tiempos. Aunque las expectativas económicas a corto plazo son pesimistas, los consumidores no consideran que una recesión inminente sea una certeza, lo que sugiere que, en general, siguen manteniendo un grado de esperanza en la estabilidad económica a largo plazo.
Factores que afectan la confianza del consumidor
La disminución en la confianza del consumidor en diciembre puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, la incertidumbre económica general, combinada con la alta inflación y las tasas de interés elevadas, ha afectado la percepción de los consumidores sobre su capacidad para gestionar sus finanzas personales y sus expectativas económicas. Además, la inestabilidad en los mercados laborales y las preocupaciones sobre un posible enfriamiento de la economía contribuyen a este pesimismo.
El aumento de los costos de vida, especialmente en sectores clave como la vivienda, la energía y los alimentos, también ha afectado la percepción de los consumidores sobre su situación financiera. Estos factores han erosionado el optimismo que se había observado en meses anteriores, lo que se refleja en los índices de confianza del consumidor.
¿Qué esperar en 2025?
La caída en la confianza del consumidor en diciembre de 2024 refleja una creciente incertidumbre económica y una desaceleración en las expectativas de crecimiento a corto plazo. Aunque las condiciones laborales siguen siendo relativamente favorables, la preocupación por el futuro económico y las perspectivas de ingresos y empleo han generado un pesimismo generalizado. A medida que nos acercamos al 2025, es probable que los consumidores sigan siendo cautelosos en sus decisiones de gasto, lo que podría tener un impacto en el crecimiento económico. Para los responsables de la política económica, será crucial monitorear estos indicadores de cerca para evaluar cómo se desarrollan las condiciones económicas en el próximo año.