Uruguay registra un crecimiento del 3,1% en 2024 impulsado por el agro
Uruguay cerró el 2024 con un crecimiento económico del 3,1% en comparación con el año anterior, según el informe de Cuentas Nacionales publicado por el Banco Central del Uruguay (BCU). Este incremento del Producto Interno Bruto (PIB) estuvo impulsado principalmente por la recuperación de la zafra agrícola, que en 2023 había sido afectada por una intensa sequía, así como por el aumento en la generación de energía hidroeléctrica y el crecimiento de sectores clave como el comercio y la industria de celulosa.
Un crecimiento consolidado en el cuarto trimestre
El informe del BCU destaca que en el cuarto trimestre de 2024 el PIB creció un 3,5% en comparación con el mismo periodo de 2023. Este desempeño reafirma la tendencia de recuperación observada a lo largo del año, consolidando una expansión económica estable.
Factores que impulsaron el crecimiento
Entre los principales motores del crecimiento económico de Uruguay en 2024 se encuentran:
Recuperación agrícola: La mejora en los rendimientos de la zafra 2023/2024, tras un año previo marcado por la sequía, permitió un repunte significativo en la producción agropecuaria.
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Generación de energía hidroeléctrica: La mayor disponibilidad de agua favoreció la producción de energía limpia y sostenible.
Industria de la celulosa: La expansión del sector celulósico continúa consolidándose como un pilar clave en la economía del país.
Sector comercial y turístico: El comercio, el alojamiento y el suministro de comidas y bebidas registraron un incremento significativo en su actividad.
Factores que atenuaron el crecimiento
A pesar de los resultados positivos, el crecimiento se vio parcialmente afectado por la contracción del sector de la construcción, debido a la finalización de obras de gran envergadura como el Ferrocarril Central. Esta disminución en la inversión en infraestructura limitó un mayor impulso económico.
Desempeño sectorial
El informe del BCU resalta el impacto positivo de diversos sectores productivos, entre ellos:
Agropecuario, pesca y minería: Impulsado por mejores condiciones climáticas y una mayor demanda externa.
Energía eléctrica, gas y agua: Favorecido por la recuperación de los embalses y un mayor consumo interno.
Industria manufacturera: Beneficiada por la producción de bienes destinados a la exportación.
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Comercio y servicios: La mejora en el consumo interno y la llegada de turistas dinamizaron estas áreas.
De cara al 2025, las proyecciones económicas para Uruguay dependerán de la estabilidad de los mercados internacionales, el comportamiento de los sectores productivos y la evolución de factores climáticos que puedan incidir en la producción agropecuaria. Sin embargo, el crecimiento registrado en 2024 deja una base sólida para la economía del país.
