Uruguay alberga el primer Mario Solinas del hemisferio sur con éxito
En el marco de la producción de aceite de oliva virgen extra, Uruguay marcó un antes y un después al ser sede del primer Concurso Internacional de Aceites de Oliva Virgen Extra Mario Solinas en el hemisferio sur. El evento, organizado por el Consejo Oleícola Internacional (COI), se realiza desde el año 2000 en España y premia a los mejores aceites de oliva del mundo, evaluando su calidad sensorial y características organolépticas. Sin embargo, por primera vez en 2024, el certamen se trasladó a Uruguay, un hito clave que refuerza la posición del país y de la región en la industria olivícola global.
El traslado del prestigioso concurso al hemisferio sur responde a una necesidad de adaptarse a las fechas de cosecha locales. En las ediciones previas, la competencia se realizaba en España, lo que dificultaba la participación de productores del sur debido a los tiempos de recolección y envío. La Asociación Olivícola del Uruguay (ASOLUR), junto a la mesa olivícola de Uruguay, propuso la idea al COI como una forma de facilitar la participación de productores de la región y fortalecer la presencia del hemisferio sur en el mercado internacional de aceites de oliva virgen extra.
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“Fue un esfuerzo conjunto que involucró a varios actores, tanto del sector público como privado. Participaron ministerios como el de Industria, Agricultura y Turismo, así como centros de investigación como el LATU y la Facultad de Química de la Universidad de la República”, explicó Gonzalo Aguirre, presidente de ASOLUR. La propuesta fue evaluada positivamente por el COI, lo que permitió que la competencia se desarrollara en Montevideo, un reconocimiento al crecimiento y calidad de la producción uruguaya.
El concurso se celebró en el segundo semestre del año, en fechas que coincidieron con el periodo de cosecha en el hemisferio sur. Esto permitió a los productores locales, así como a aquellos de Argentina, Brasil y Australia, enviar sus muestras de aceite de oliva virgen extra en óptimas condiciones de frescura y calidad. Las muestras se recibieron entre abril y agosto, y el proceso de cata se llevó a cabo en la Facultad de Química de la Universidad de la República, que cuenta con el único panel sensorial habilitado en Uruguay para este tipo de competencias.
“Las catas se realizaron bajo estrictas condiciones de control de calidad y supervisión notarial. El proceso fue extremadamente riguroso para asegurar la integridad y transparencia de los resultados”, detalló Aguirre. Los jueces, expertos internacionales de países como España, Italia, Turquía, Argentina y Uruguay, evaluaron los aceites en diferentes categorías, considerando factores como el aroma, el sabor y el equilibrio general.
El Concurso Internacional Mario Solinas no solo destaca a los ganadores por su calidad, sino que también les brinda visibilidad a nivel mundial, facilitando su posicionamiento en mercados internacionales. En esta edición, la participación fue notable, con aceites provenientes de diversas regiones del hemisferio sur. Los ganadores del certamen fueron anunciados a mediados de septiembre, con resultados destacados para Uruguay, Argentina y Brasil.
En la categoría Frutado Verde Intenso, el primer lugar fue para Colinas de Garzón, de Agroland S.A. de Uruguay, reconocido por su perfil aromático complejo y su intensidad gustativa. En Frutado Verde Medio, el oro fue para Isanbaz IVC (Obra Don Bosco) de Mendoza, Argentina, cuya frescura y equilibrio capturaron la atención del jurado. Por su parte, en Frutado Verde Ligero, el premio principal se lo llevó Estância das Oliveiras de Viamão, Brasil, destacándose por su delicadeza y frescura.
En la categoría de Frutado Maduro, Pique Roto de Florida, Uruguay, obtuvo el primer puesto gracias a su suavidad y elegancia en los matices frutales. Además de los ganadores de oro, el jurado otorgó menciones especiales a aceites que demostraron una alta calidad sensorial, lo que refuerza la competitividad del sector olivícola en la región.
La realización del Concurso Mario Solinas en Uruguay marca un hito en la industria del aceite de oliva del hemisferio sur, no solo por la importancia del evento en sí, sino también por el impulso que brinda al reconocimiento de los productores locales. “Es una oportunidad única para que nuestros aceites se posicionen en el mercado internacional, especialmente en regiones como Europa y Norteamérica, donde el consumo de aceite de oliva virgen extra sigue en aumento”, destacó Aguirre.
El concurso también ha generado un efecto positivo en la promoción del turismo olivícola en Uruguay, una tendencia que se ha ido consolidando en los últimos años. El país cuenta con diversas rutas del aceite de oliva, donde los turistas pueden visitar olivares, aprender sobre el proceso de producción y degustar productos locales de alta calidad.
A futuro, la intención es que el hemisferio sur tenga una edición anual del Mario Solinas, alternando sedes entre Uruguay y otros países de la región como Argentina. Esto no solo consolidará a América del Sur como una potencia emergente en la producción de aceite de oliva, sino que también permitirá una mayor inclusión de pequeños y medianos productores, quienes se benefician de poder competir en igualdad de condiciones.
El éxito del concurso en Uruguay también pone de relieve el compromiso del sector olivícola con la sostenibilidad y la innovación. Muchos de los aceites presentados fueron producidos mediante técnicas de cultivo regenerativo, que buscan minimizar el impacto ambiental y preservar la biodiversidad. Esta tendencia hacia prácticas más sostenibles es una respuesta a la creciente demanda de consumidores conscientes, que valoran tanto la calidad del producto como el impacto de su producción.
“Este es solo el comienzo de una nueva era para el aceite de oliva en el hemisferio sur”, afirmó Aguirre. “El nivel de los aceites presentados demuestra que estamos en el camino correcto hacia la excelencia. Ahora el desafío es mantener este estándar y seguir innovando para enfrentar los desafíos del mercado global”.
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Uruguay ha demostrado que puede estar a la altura de las grandes potencias olivícolas del mundo, albergando un evento de talla internacional como el Mario Solinas. La participación de productores de toda la región y la calidad de los aceites presentados consolidan al hemisferio sur como un nuevo referente en la industria del aceite de oliva virgen extra. Con miras al futuro, la realización de este concurso en Uruguay es un paso clave para fortalecer la presencia del país en el mercado internacional y fomentar el crecimiento de un sector con gran potencial.