Trabajadores de Coleme planifican trasladar la carpa sindical a Montevideo
La Unión de Obreros y Empleados de Coleme (UOEC), con el respaldo de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), ha decidido intensificar sus medidas de protesta ante los recientes despidos en la Cooperativa de Lechería de Melo (Coleme). Entre las acciones previstas se encuentra el traslado de su carpa sindical al centro de Melo y, posteriormente, a Montevideo. Estas medidas buscan visibilizar su lucha contra lo que consideran despidos injustificados y persecución sindical.
El conflicto comenzó el 28 de noviembre de 2024, cuando Coleme comunicó el despido de nueve trabajadores, todos ellos sindicalizados. Según Pablo Jorge, presidente de la UOEC, cuatro de los despedidos forman parte de la directiva sindical, lo que califica como un caso evidente de persecución sindical.
La planta industrial de Coleme, ubicada en Melo, ha sido el escenario principal de las protestas. Actualmente, los trabajadores mantienen una carpa instalada frente a las instalaciones de la empresa, como símbolo de resistencia y unidad.
Próximos pasos: de Melo a Montevideo
En caso de que la empresa no revierta los despidos, el sindicato ha anunciado un plan escalonado de medidas:
Traslado al centro de Melo: El lunes 3 de febrero, la carpa sindical será reubicada en la Plaza Constitución, en el corazón de Melo. Esta acción busca captar la atención de la comunidad local y aumentar la presión sobre Coleme.
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Marcha a Montevideo: Si el conflicto persiste, el lunes 17 de febrero se llevará a cabo una marcha desde Melo hasta Montevideo, culminando con la instalación de la carpa sindical en la Plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva. Esta acción tiene como objetivo involucrar al gobierno nacional y visibilizar el conflicto a nivel país.
Impacto en la producción y el mercado lácteo
Los despidos han generado un impacto significativo en la operación de la planta de Coleme. Según Jorge, la reducción del personal, que pasó de 50 a menos de 40 empleados, ha afectado la calidad y cantidad de los productos procesados.
Actualmente, la planta procesa alrededor de 3.000 litros de leche diarios, muy por debajo de los 5.000 o 6.000 litros que serían normales para esta época del año. Esto ha llevado a una disminución en el cuidado de los quesos, con reportes de productos afectados por hongos, y a la incapacidad de abastecer al 100% de los comercios locales con leche fluida.
Competencia y cambios en el mercado local
La reducción en la producción de Coleme ha abierto espacio para que otros proveedores del mercado, como Conaprole, Claldy y Calcar, aumenten su presencia en Melo. Además, se ha observado un incremento en la oferta de leche brasileña, especialmente productos de larga vida, lo que genera preocupación entre los trabajadores y productores locales.
El respaldo sindical: FTIL y solidaridad nacional
La FTIL ha brindado su apoyo total a la UOEC, destacando la importancia de defender los derechos laborales y combatir cualquier forma de persecución sindical. Asimismo, se espera que otros sindicatos y organizaciones sociales se sumen a las movilizaciones, especialmente durante la marcha a Montevideo.
El conflicto en Coleme pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las cooperativas y la industria láctea en Uruguay. La reducción de personal no solo afecta a los trabajadores despedidos, sino también a la calidad del producto y a la confianza de los consumidores.
Por otro lado, la UOEC enfrenta el reto de mantener la unidad y el respaldo de la comunidad local mientras intensifica sus medidas de protesta. La marcha a Montevideo será un momento clave para medir el alcance de su lucha y la respuesta del gobierno nacional.
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El caso de Coleme no es solo un conflicto laboral; es un reflejo de las tensiones entre la sostenibilidad empresarial y los derechos de los trabajadores. La UOEC, con el apoyo de la FTIL, busca no solo la reincorporación de los despedidos, sino también garantizar un futuro justo para todos los empleados de la cooperativa.
En un contexto donde la industria láctea enfrenta múltiples desafíos, desde la competencia internacional hasta la adaptación a nuevas demandas del mercado, la solución a este conflicto será crucial para definir el rumbo de Coleme y su relación con la comunidad de Melo y el resto del país.
