Semana de Turismo en Uruguay: Huella de laicidad en América Latina
Si visitas Uruguay durante la Semana Santa, te encontrarás con una particularidad: en lugar de celebrar la tradicional Semana Santa, los uruguayos la llaman «Semana de Turismo». Este cambio de nombre no es solo una cuestión de semántica, sino que refleja la profunda tradición laica que caracteriza a Uruguay, considerado el país más laico de América Latina según diversas encuestas. ¿Cómo se gestó este cambio y qué dice esto sobre la historia y la identidad de Uruguay?
Un recorrido histórico
Para entender por qué la Semana Santa se convierte en Semana de Turismo en Uruguay, es necesario remontarse al siglo XIX. En ese entonces, el Estado uruguayo comenzó a distanciarse gradualmente de la influencia de la Iglesia Católica, implementando medidas como la secularización de los cementerios y la creación de un registro civil independiente de la autoridad religiosa. Estas acciones marcaron el inicio de un proceso de secularización que continuaría en el siglo siguiente.
Uno de los momentos clave en la consolidación del laicismo en Uruguay fue durante los mandatos presidenciales de José Batlle y Ordóñez a principios del siglo XX. Batlle, líder del Partido Colorado, fue un defensor acérrimo de las ideas liberales y racionalistas. Bajo su gobierno, se llevaron a cabo reformas sociales y políticas que desafiaron la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad uruguaya.
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Estas reformas incluyeron la eliminación de símbolos religiosos de espacios públicos, la separación de la Iglesia y el Estado en asuntos educativos y la legalización del divorcio y el matrimonio civil. El objetivo era construir un Uruguay moderno y liberal, fundamentado en principios de igualdad y secularismo.
La consolidación del laicismo
El proceso de laicización continuó a lo largo del siglo XX, con la aprobación de una constitución que consagraba la separación entre el Estado y la Iglesia Católica. Este proceso incluyó la modificación de los feriados religiosos, cambiando el nombre de la Semana Santa a Semana de Turismo, entre otros.
Estos cambios reflejaban la voluntad del Estado uruguayo de adoptar una postura neutral en cuestiones religiosas y de promover la diversidad cultural y religiosa en el país. Aunque algunos sectores de la sociedad pudieron resistirse inicialmente a estos cambios, con el tiempo se consolidaron como parte integral de la identidad nacional uruguaya.
La realidad contemporánea
Hoy en día, Uruguay se destaca como uno de los países más laicos de América Latina, con un alto porcentaje de su población identificándose como no religiosa. Esta tendencia se refleja en la legislación del país, que ha promulgado leyes progresistas en áreas como el aborto y el matrimonio igualitario, desafiando las doctrinas tradicionales de la Iglesia Católica.
Aunque persisten debates sobre la presencia de símbolos religiosos en espacios públicos, la sociedad uruguaya en su conjunto ha aceptado y valorado la diversidad de creencias y opiniones. La Semana de Turismo, como reflejo de esta tradición laica, se ha convertido en una oportunidad para disfrutar de actividades recreativas y culturales en todo el país, independientemente de las creencias religiosas individuales.
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La Semana de Turismo no solo es un momento para el descanso y la recreación, sino también una celebración de la identidad uruguaya, arraigada en principios de laicismo, tolerancia y pluralismo. En un continente donde la religión ha desempeñado un papel dominante en la vida pública, Uruguay destaca como un ejemplo de cómo la separación entre lo secular y lo religioso puede enriquecer y fortalecer una sociedad.