Se prevé un crecimiento económico en Uruguay de 3,3 % para el 2024
Analistas uruguayos han revisado a la baja su proyección de crecimiento económico para 2024, ajustándola al 3,3 % desde el 3,35 % estimado en junio, según la mediana de la Encuesta de Expectativas publicada por el Banco Central de Uruguay (BCU). La encuesta, que consulta a economistas e instituciones del sector financiero, presenta un rango de expectativas donde la previsión más pesimista estima una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,8 %, mientras que la más optimista proyecta un crecimiento del 3,9 %.
El primer trimestre de 2023 fue desafiante para la economía uruguaya, con un crecimiento modesto del 0,6 %, apenas superando el 0,4 % registrado en 2023. Este bajo rendimiento se debió en gran medida a una sequía significativa y al fin de grandes proyectos de infraestructura que anteriormente impulsaban el crecimiento económico. No obstante, el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou prevé una recuperación más sólida para 2024, con una tasa de crecimiento que superará el 3 %.
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Perspectivas para 2025
Para 2025, los analistas consultados por el BCU esperan un crecimiento del 2,55 %, lo que representa un ajuste al alza del 0,5 % respecto al mes anterior. Este optimismo moderado refleja una expectativa de estabilización y consolidación de la recuperación económica post-pandemia, aunque todavía existen desafíos que podrían influir en estas proyecciones.
Además de las previsiones de crecimiento, la encuesta del BCU también ofrece estimaciones sobre la inflación. Para 2024, los expertos prevén una inflación del 5,5 %, con un registro del 0,4 % para julio. La inflación en Uruguay ha mostrado una tendencia a la desaceleración, acumulando un aumento del 4,96 % en el año móvil cerrado en junio, alcanzando los niveles más bajos desde 2005 desde la segunda mitad de 2023. Esta desaceleración en la inflación refleja los esfuerzos del gobierno y las políticas monetarias del BCU para controlar los precios y mantener la estabilidad económica.
Uruguay enfrenta varios desafíos que podrían afectar su desempeño económico en los próximos años. Entre estos desafíos se incluyen la volatilidad en los mercados internacionales, la fluctuación de los precios de las materias primas y los impactos continuos del cambio climático, como la reciente sequía. Sin embargo, también hay oportunidades significativas para el crecimiento. La diversificación de la economía, el fomento de la inversión extranjera y el desarrollo de sectores clave como la tecnología y la energía renovable pueden impulsar la recuperación y el crecimiento sostenido.
Impacto de la sequía y la fin de grandes proyectos
La sequía ha tenido un impacto negativo significativo en la economía uruguaya, afectando principalmente al sector agrícola, que es un pilar importante del PIB del país. La reducción en la producción agrícola no solo afecta directamente a los agricultores, sino que también tiene repercusiones en la cadena de suministro y en las exportaciones. Además, el fin de grandes proyectos de infraestructura, como la construcción de la planta de celulosa de UPM, ha reducido el impulso económico que estas actividades habían proporcionado en años anteriores.
Medidas del gobierno para fomentar la recuperación
El gobierno de Luis Lacalle Pou ha implementado varias medidas para fomentar la recuperación económica. Estas incluyen incentivos fiscales para atraer inversiones, programas de apoyo a pequeñas y medianas empresas y políticas para promover la innovación y la tecnología. Además, se han realizado esfuerzos para mejorar la infraestructura y la conectividad, lo que puede tener un efecto positivo en el comercio y la inversión a largo plazo.
El sector financiero también juega un papel crucial en la recuperación económica. La estabilidad y la confianza en el sistema financiero son fundamentales para atraer inversiones y fomentar el crecimiento. El Banco Central de Uruguay ha adoptado políticas monetarias prudentes para controlar la inflación y mantener la estabilidad económica. La confianza en el sistema financiero es esencial para asegurar que las inversiones fluyan hacia sectores productivos que impulsen el crecimiento económico sostenible.
A largo plazo, Uruguay tiene el potencial de convertirse en un líder regional en sostenibilidad y tecnología. La adopción de energías renovables, la inversión en tecnología y la mejora de la educación y la formación profesional son áreas clave que pueden impulsar el crecimiento económico y mejorar la competitividad del país en el escenario global. Además, la estabilidad política y el compromiso con la transparencia y el estado de derecho son factores que atraen inversiones extranjeras y fomentan un entorno empresarial favorable.
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Las proyecciones de crecimiento económico para Uruguay en 2024 han sido ligeramente revisadas a la baja, reflejando un ajuste en las expectativas de los analistas debido a factores como la sequía y la finalización de grandes proyectos de infraestructura. Sin embargo, las perspectivas a largo plazo siguen siendo positivas, con un crecimiento esperado del 3,3 % en 2024 y del 2,55 % en 2025. La desaceleración de la inflación y las medidas del gobierno para fomentar la recuperación económica son señales alentadoras de que Uruguay está en el camino hacia una recuperación sostenible. La diversificación económica, la inversión en sectores clave y la estabilidad financiera serán fundamentales para asegurar un crecimiento robusto y sostenido en los próximos años.