Presidente de la Cámara de Industrias de Uruguay alerta sobre crisis en el sector
El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Leonardo García, ha manifestado su preocupación por la situación que atraviesa el sector industrial en el país. En sus declaraciones recientes, señaló que cada vez más empresas están debilitándose y algunas podrían optar por abandonar el mercado uruguayo si no se toman medidas urgentes para mejorar la competitividad. García hizo referencia al cierre de la multinacional Yazaki como un símbolo de una crisis mayor que afecta a la industria nacional.
El impacto del cierre de Yazaki en la industria uruguaya
La salida de la empresa Yazaki de Uruguay ha sido un golpe significativo para el sector. La multinacional japonesa, dedicada a la fabricación de componentes para la industria automotriz, cesó sus operaciones en el país, dejando en evidencia problemas estructurales que afectan a otras industrias. Según García, este caso no es aislado y podría ser la antesala de un fenómeno más extendido si no se implementan soluciones efectivas.
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El dirigente de la CIU sostuvo que el 50% de la producción industrial uruguaya se destina a la exportación, lo que hace imprescindible que las empresas puedan competir en condiciones adecuadas en los mercados internacionales. Para ello, considera que es necesario un esfuerzo conjunto entre el sector privado y el gobierno para mejorar la competitividad y evitar que más empresas sigan el camino de Yazaki.
García identificó varios elementos que están afectando la competitividad de la industria uruguaya. Entre ellos, mencionó el tipo de cambio, el aumento de costos operativos y la acumulación de regulaciones que dificultan el desarrollo empresarial. Además, señaló que los largos trámites burocráticos y la carga impositiva creciente son barreras que limitan el crecimiento del sector.
Uno de los puntos que destacó fue el costo de la energía. Si bien Uruguay ha invertido significativamente en energías renovables, García considera que los beneficios de estas inversiones no se han traducido en tarifas más competitivas para la industria. «La energía es un factor clave en la producción industrial, y es necesario que su costo sea adecuado para que las empresas puedan ser más competitivas», afirmó.
Necesidad de modernizar las relaciones laborales
Otro aspecto que García señaló como crítico es la relación con los sindicatos. Explicó que en muchos casos, los conflictos laborales dificultan la estabilidad y el crecimiento de las industrias. «Es un desafío para la CIU establecer una relación más madura con el sector sindical. No se trata de eliminar derechos, sino de generar un diálogo constructivo que beneficie a ambas partes», expresó.
Según el presidente de la CIU, la falta de acuerdos en materia laboral puede generar un clima de incertidumbre que desincentiva la inversión. Aseguró que, sin mejoras en la relación entre empleadores y trabajadores, es difícil pensar en una reactivación del sector industrial.
Políticas industriales y su impacto en la economía
García enfatizó que la industria uruguaya necesita un marco de políticas públicas que favorezca su desarrollo. Señaló que el gobierno debe trabajar en medidas que permitan reducir la carga regulatoria y mejorar la competitividad de las empresas. «No estamos en contra de los cambios de gobierno, pero sí necesitamos garantías de que las políticas industriales serán prioritarias, sin importar quién esté en el poder», subrayó.
Además, destacó la importancia de incentivar la producción nacional frente a la competencia de productos importados. Según explicó, las regulaciones actuales no diferencian entre bienes producidos en Uruguay y los que provienen del exterior, lo que afecta particularmente a las micro y pequeñas empresas locales.
A pesar del panorama desafiante, García sostuvo que todavía es posible revertir la situación. «Uruguay no puede depender exclusivamente de las importaciones. Un país desarrollado necesita una industria fuerte», afirmó. Para ello, señaló que es crucial generar incentivos para la inversión, facilitar el acceso a tecnología y promover acuerdos con los sindicatos que permitan un entorno laboral más estable.
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Asimismo, enfatizó que se debe trabajar en conjunto con todos los actores del sector para identificar soluciones y generar un plan de acción concreto. «No podemos esperar a que más empresas cierren para reaccionar. La competitividad industrial debe ser una prioridad», concluyó.