Los límites entre socio y dependiente en el caso de Uber en Uruguay
Cuando hablamos de relaciones laborales, es fundamental entender la existencia de dos figuras clave: el empleador, quien suele tener el control sobre la ejecución del trabajo, los horarios, las normas, y proporciona las herramientas necesarias, y el trabajador, quien ofrece su fuerza de trabajo a cambio de una remuneración.
Por Dr. Facundo Andrés Moreno Bentancor
Esta relación laboral se caracteriza por una subordinación del trabajador hacia el empleador. Sin embargo, la distinción entre una relación laboral y un acuerdo entre partes en igualdad de condiciones puede ser compleja y se ha vuelto más difusa con el tiempo. Esto ha llevado al desarrollo de diversas evaluaciones para determinar la verdadera naturaleza de una relación laboral. Un ejemplo notable de esta complejidad es el «caso Uber».
El caso Uber en Uruguay
En noviembre de 2019, un Tribunal de Apelaciones de Trabajo en Uruguay condenó a Uber y a Uber Technologies Uruguay SA a pagar todos los beneficios laborales a uno de sus conductores, estableciendo que existía una relación laboral encubierta. Este fallo provocó una serie de reclamaciones similares por parte de otros conductores, quienes argumentaron que también deberían ser considerados empleados de Uber.
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Uber se define como una plataforma digital que conecta a pasajeros con conductores independientes, quienes actúan como socios de la empresa. La compañía sostiene que los conductores son autónomos, utilizan sus propios vehículos, cubren sus propios gastos como combustible y seguros, y tienen la libertad de elegir cuándo y cuántas horas trabajar. Estos factores, según Uber, indican la ausencia de una relación de subordinación y, por ende, una relación laboral.
A pesar de los argumentos presentados por Uber, los tribunales uruguayos han fallado mayoritariamente en contra de la empresa. Hasta la fecha, solo un caso ha sido resuelto a favor de Uber, mientras que más de 11 sentencias han reconocido la existencia de una relación laboral encubierta.
El último fallo: Un nuevo «Leading Case»
El fallo más reciente, emitido el 18 de junio por el Tribunal de Apelaciones de Trabajo de primer turno, no solo condenó a Uber a pagar créditos laborales, sino que también ordenó a la empresa registrar al conductor en el Banco de Previsión Social como trabajador dependiente y contratar un seguro obligatorio en el Banco de Seguros del Estado. Este fallo establece un precedente importante al clarificar la posición del tribunal sobre la naturaleza laboral de la relación entre Uber y sus conductores.
El tribunal consideró varios factores que indicaban la existencia de una relación laboral, como la injerencia de Uber en la forma de prestar el servicio, la fijación de precios y el manejo de los pagos, así como la disponibilidad y la integración del conductor en la estructura operativa de la empresa.
El caso de Uber en Uruguay refleja un debate global sobre la naturaleza de las relaciones laborales en la economía de plataformas. Los fallos judiciales en contra de Uber subrayan la tendencia a reconocer a los conductores como trabajadores dependientes, lo que implica mayores responsabilidades para la empresa en términos de derechos laborales y beneficios.
No obstante, Uber continúa defendiendo su modelo de negocio basado en la autonomía de sus conductores, lo que genera un interesante debate sobre los límites entre la independencia y la subordinación en el contexto de las nuevas formas de trabajo.
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El caso Uber en Uruguay no solo ha puesto en el centro del debate la relación entre la empresa y sus conductores, sino que también ha generado una discusión más amplia sobre cómo las leyes laborales deben adaptarse a las nuevas realidades del mercado laboral. Mientras que algunos argumentan que las plataformas digitales ofrecen oportunidades de trabajo flexible y autónomo, otros sostienen que estas empresas deben asumir las responsabilidades de un empleador tradicional.
En última instancia, la resolución de estos casos dependerá de la capacidad de los tribunales y los legisladores para equilibrar la protección de los derechos de los trabajadores con la promoción de modelos de negocio innovadores y flexibles. Este equilibrio es esencial para garantizar que todos los trabajadores, independientemente de la naturaleza de su empleo, tengan acceso a condiciones de trabajo justas y dignas.