La multinacional japonesa Yazaki cierra sus plantas en Uruguay por costos y conflictividad
La multinacional japonesa Yazaki ha anunciado el cierre definitivo de sus plantas en Uruguay, ubicadas en Las Piedras y Colonia, lo que supone la pérdida de 1.100 empleos directos. La empresa argumenta que los altos costos de producción y la creciente conflictividad sindical han hecho inviable la continuidad de sus operaciones en el país. Como parte de su estrategia de reestructuración, Yazaki trasladará la producción a Paraguay y, en menor medida, a Argentina.
Desde su llegada a Uruguay en 2007, Yazaki se dedicó a la fabricación de arneses de cables automotrices, medidores y componentes electrónicos para la industria automotriz, con destino principalmente a Toyota. Sin embargo, a pesar de la relevancia del sector autopartista en la economía uruguaya, la compañía señala que la falta de competitividad del país ha llevado a tomar esta decisión drástica.
Factores determinantes del cierre
Yazaki ha señalado dos razones clave para su retirada del país:
Altos costos de producción: La empresa ha manifestado que Uruguay presenta costos operativos superiores a los de otros mercados en los que opera. Esto incluye el costo de la mano de obra, la carga impositiva y los gastos logísticos, factores que afectan la competitividad de sus productos en el mercado global.
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Conflictividad sindical: Yazaki ha expresado que las constantes paradas de producción derivadas de conflictos sindicales han afectado la continuidad de sus operaciones. Según la empresa, las interrupciones han puesto en riesgo el cumplimiento de compromisos con sus clientes, lo que ha sido un factor decisivo en la decisión de trasladar sus operaciones a mercados más estables en este aspecto.
Impacto económico y social en Uruguay
El cierre de Yazaki no solo supone la pérdida de 1.100 puestos de trabajo, sino que también afecta de manera significativa a la industria autopartista local. La empresa representaba un eslabón clave en la cadena de producción y exportación del sector, con Argentina como principal mercado de destino. La reubicación de la producción en Paraguay refuerza la competencia en la región y debilita la posición de Uruguay como un país atractivo para la manufactura en el sector automotriz.
Además, el impacto social del cierre será considerable, especialmente en las localidades de Las Piedras y Colonia, donde la planta generaba empleo directo e indirecto. Ante esta situación, Yazaki ha asegurado que cumplirá con todas sus obligaciones legales con los empleados, clientes y proveedores, y que facilitará el acceso a programas de capacitación y reinserción laboral en colaboración con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP).
Reacciones sindicales y del gobierno
El anuncio de Yazaki ha generado preocupación en el ámbito sindical y político. La Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra) ha expresado su rechazo a la decisión de la empresa y ha anticipado que se tomarán medidas de lucha para denunciar el impacto del cierre en los trabajadores y sus familias. Por su parte, el PIT-CNT también ha manifestado su preocupación por la pérdida de empleos y ha solicitado la intervención del gobierno para analizar alternativas que permitan mitigar el impacto de la salida de Yazaki.
El futuro Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), liderado por Juan Castillo a partir del 1 de marzo, deberá enfrentar el desafío de gestionar esta crisis laboral y evaluar posibles medidas para apoyar a los trabajadores afectados. El cierre de una empresa de esta magnitud pone en evidencia la necesidad de revisar las políticas de atracción y retención de inversiones extranjeras, así como de mejorar la competitividad del sector industrial uruguayo.
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La salida de Yazaki de Uruguay marca un punto de inflexión en la industria autopartista nacional y pone de manifiesto desafíos estructurales en materia de competitividad y relaciones laborales. La pérdida de más de 1.000 empleos y el traslado de la producción a Paraguay refuerzan la urgencia de implementar políticas que promuevan la estabilidad del sector y mejoren las condiciones para atraer inversiones.
El gobierno, los sindicatos y el sector empresarial deberán trabajar en conjunto para evitar que más compañías sigan el mismo camino que Yazaki, y para desarrollar estrategias que impulsen la generación de empleo en sectores clave para la economía uruguaya.