La inflación en Uruguay se mantiene dentro del rango objetivo oficial
La economía uruguaya ha mostrado un comportamiento notable en términos de control de la inflación durante los últimos meses. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios del Consumo (IPC) de octubre 2024 situó la inflación interanual en un 5,01 %, consolidando su posición dentro del rango objetivo del 3 % al 6 % fijado por el gobierno de Luis Lacalle Pou. Esta cifra significa que, por decimoséptimo mes consecutivo, el país cumple con la meta inflacionaria establecida.
Inflación mensual y acumulada
En términos mensuales, la variación fue del 0,33 %, mientras que en lo que va del año, la inflación acumulada alcanzó el 4,76 %. Comparativamente, en septiembre la inflación interanual fue de 5,32 %, con una variación mensual del 0,37 %. Estas cifras reflejan una disminución tanto a nivel mensual como interanual, lo cual es alentador para la economía local.
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El INE identificó las divisiones que tuvieron mayor influencia en la variación mensual del IPC. Las principales incidencias provienen de las categorías de «Alimentos y bebidas no alcohólicas», «Ropa y calzado» y «Restaurantes y servicios de alojamiento». A continuación, analizamos cada uno de estos sectores y su contribución a la inflación en octubre.
1. Alimentos y bebidas no alcohólicas
La categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas es una de las de mayor peso en la inflación, aportando un 0,10 % a la variación mensual. Este incremento se debió a subidas en varios productos de consumo básico, como carne, frutas y frutos secos. La carne y sus derivados experimentaron un aumento del 1,12 %, mientras que las frutas y frutos secos registraron una subida del 3,74 %. Por otro lado, algunos alimentos esenciales, como las hortalizas, tubérculos y legumbres, bajaron un 3,92 %, lo cual moderó parcialmente el impacto inflacionario de la categoría en general.
Este comportamiento en los precios de los alimentos puede estar vinculado a factores como la estacionalidad y las variaciones en la producción interna y en el comercio exterior, influenciado también por el tipo de cambio. La subida en productos como frutas y carne impacta directamente en los hogares uruguayos, especialmente en aquellos de menores ingresos.
2. Ropa y calzado
La categoría de ropa y calzado tuvo un aumento del 2,26 %, representando un aporte del 0,05 % a la variación mensual del IPC. Este incremento está asociado al inicio de la temporada primavera-verano, cuando suele haber un ajuste de precios impulsado por la introducción de nuevas colecciones. Este fenómeno estacional es recurrente en la industria textil y se explica por la demanda que surge de las necesidades de vestimenta adecuadas a las temperaturas más cálidas.
En un contexto inflacionario controlado, el aumento en esta categoría no supone una presión económica significativa para el consumidor, pero sí destaca la influencia de factores estacionales y de consumo en la variación de precios.
3. Restaurantes y servicios de alojamiento
Este sector experimentó un aumento del 0,04 % en la inflación de octubre. El incremento se relaciona con el movimiento turístico y la demanda de servicios de hospedaje y gastronomía. Uruguay ha mostrado un incremento en la llegada de turistas, lo que incide en una mayor ocupación de hoteles y en un alza en la actividad de restaurantes. La recuperación paulatina de este sector es positiva, especialmente tras el impacto de la pandemia, pero su influencia en el IPC sigue siendo relativamente moderada.
El sector transporte mostró una baja del 0,08 %, marcada por dos factores relevantes. Por un lado, el tipo de cambio influyó en el precio de vehículos como automóviles y camionetas, mientras que, por otro, el descenso en el precio de los combustibles moderó esta incidencia. La fluctuación en el precio de los combustibles es una de las variables que afecta el IPC en este sector, ya que impacta no solo en el transporte privado sino también en el costo de transporte de bienes, que puede reflejarse en los precios al consumidor final.
El control de los precios en el sector transporte es positivo en un contexto en que la economía uruguaya está expuesta a factores externos. Uruguay depende en gran medida de las importaciones para cubrir su demanda de combustibles, lo que implica una relación estrecha con los precios internacionales del petróleo y las políticas de tipo de cambio.
La política económica en Uruguay y el futuro de la inflación
Mantener la inflación dentro del rango meta ha sido uno de los objetivos prioritarios del actual gobierno de Luis Lacalle Pou. Este logro es significativo en un contexto regional de alta inflación, donde países vecinos como Argentina enfrentan tasas inflacionarias de dos dígitos. Uruguay se ha caracterizado por una política económica responsable y una gestión macroeconómica prudente, aspectos que contribuyen a la estabilidad en los precios.
Uno de los elementos clave en la estrategia económica de Uruguay ha sido el manejo de su política monetaria, con el Banco Central de Uruguay (BCU) adoptando medidas de control de la inflación. La tasa de interés es una herramienta esencial que utiliza el BCU para influir en el nivel de precios y en el crecimiento económico. Este enfoque permite mantener la confianza en la economía, ya que un índice inflacionario controlado es favorable para la inversión y el consumo interno.
Sin embargo, el escenario no está exento de riesgos. La economía global enfrenta desafíos como la inflación importada, derivada de las fluctuaciones en los precios internacionales de las materias primas, y la presión sobre la balanza comercial, especialmente en sectores que dependen de insumos importados.
A nivel regional, la situación de Uruguay destaca de manera favorable en comparación con otros países de América Latina. La inflación en Argentina, por ejemplo, supera ampliamente el 100 % anual, mientras que en Brasil y Chile, aunque con cifras más bajas, persisten presiones inflacionarias. Esta estabilidad ha posicionado a Uruguay como un referente en la región en cuanto a control de precios y una economía atractiva para la inversión extranjera.
De cara al futuro, los desafíos estarán en sostener esta tendencia controlada, especialmente si se presentan aumentos en el tipo de cambio o en el precio de los combustibles. El próximo año será crucial para observar cómo se desenvuelve la inflación en el contexto de las elecciones presidenciales de 2024 y sus efectos sobre la política económica.
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Uruguay ha logrado mantener la inflación bajo control, cumpliendo con el rango objetivo establecido por decimoséptimo mes consecutivo. El manejo de las variables inflacionarias refleja una política económica enfocada en la estabilidad, lo cual es fundamental para el desarrollo sostenido y la mejora en el bienestar de los ciudadanos. Aunque persisten desafíos globales, el país sigue marcando un camino de estabilidad económica en la región, posicionándose como un ejemplo de gestión inflacionaria responsable en América Latina.