La economía uruguaya ante la segunda vuelta: Propuestas presidenciales en debate
Uruguay se prepara para una elección decisiva el próximo 24 de noviembre. Los uruguayos decidirán en esta segunda vuelta entre Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional, y Yamandú Orsi, del opositor Frente Amplio. La campaña ha girado en torno a la economía, que pese a su estabilidad y solidez institucional, enfrenta desafíos como el alto costo de vida y un régimen tributario complejo que afecta a los ciudadanos.
Un panorama económico mixto
Uruguay es considerado uno de los países más estables de América Latina, con instituciones sólidas y un sistema democrático bien valorado. Según el índice de democracia de Freedom House, Uruguay obtiene una puntuación de 96/100, superando a Estados Unidos y Reino Unido. La economía también muestra signos positivos: la pobreza se mantiene baja, en un 6% según datos del Banco Mundial de abril de 2024, y más del 60% de la población pertenece a la clase media. Además, el salario mínimo de Uruguay es de US$ 556, uno de los más altos de la región.
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Sin embargo, los uruguayos enfrentan un alto costo de vida, algo que ha sido tema central en la campaña electoral. En febrero de 2024, el Centro de Estudios para el Desarrollo reveló que los precios de productos de consumo en Uruguay eran, en promedio, un 27% más caros en comparación con otros 43 países. Esta diferencia de precios afecta especialmente a sectores como alimentos y productos de higiene personal, y es atribuida a la dependencia de importaciones y políticas fiscales restrictivas.
En 2023, Uruguay sufrió una de las peores sequías de su historia reciente, afectando la producción agropecuaria y el suministro de agua potable. La represa Paso Severino, principal fuente de agua para Montevideo, alcanzó niveles mínimos, obligando al gobierno a implementar medidas de emergencia como la desalinización del agua del Río de la Plata. La crisis afectó el crecimiento económico del país, que fue de apenas 0,4% en 2023. No obstante, se espera un crecimiento del 3,4% para 2024, impulsado por un repunte en las exportaciones y el consumo interno.
Evaluación del gobierno de Lacalle Pou
El gobierno de Luis Lacalle Pou ha enfrentado desafíos desde el inicio de su mandato en 2020, marcado por la pandemia del COVID-19. Su administración optó por evitar el confinamiento estricto y priorizó el retorno a la normalidad, incluyendo la reapertura de escuelas en junio de 2020. Esta estrategia le valió una alta aprobación inicial. Además, el uso del seguro de paro, un subsidio temporal para trabajadores desempleados, ayudó a mitigar los efectos del desempleo durante la pandemia.
Sin embargo, la gestión económica también ha tenido altibajos. La pandemia provocó un aumento en la pobreza, que alcanzó el 10,1% de la población en 2022. Además, la inflación en Argentina impactó negativamente en Uruguay, ya que muchos ciudadanos cruzaron la frontera para comprar productos más baratos, afectando el comercio local. Tras la devaluación del peso argentino en 2023, el turismo de compras disminuyó, permitiendo una recuperación del consumo interno en Uruguay.
Inversiones y polémicas ambientales
Un símbolo de la recuperación económica fue la inauguración de una nueva planta de celulosa de UPM, la tercera en el país. Esta inversión ha generado empleo y se posiciona como un motor de exportaciones. Sin embargo, UPM ha enfrentado sanciones por incumplimientos ambientales, con multas que superan los US$ 270.000. Estos incidentes han abierto el debate sobre el balance entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
El costo de vida y el régimen tributario
El alto costo de vida sigue siendo una de las principales preocupaciones de los uruguayos. El informe del CED mostró que productos básicos en Uruguay son significativamente más caros que en países vecinos como Brasil y Argentina. Esto se debe, en parte, a la pequeña escala del mercado interno y a la alta carga tributaria que grava tanto a los productos de consumo como a los bienes de lujo, como los automóviles. Algunos economistas sugieren que una revisión de los impuestos podría aliviar esta situación, pero el debate continúa.
Propuestas de los candidatos presidenciales
De cara a la segunda vuelta, tanto Álvaro Delgado como Yamandú Orsi han presentado propuestas para enfrentar los problemas económicos del país. Delgado, del Partido Nacional, se centra en reducir los costos de las importaciones para abaratar bienes y servicios. También propone liberalizar el mercado de combustibles, abriendo el sector a la inversión privada para reducir el precio de la gasolina. Sin embargo, esta medida podría enfrentar resistencia debido al monopolio estatal de ANCAP, que genera ingresos significativos para el gobierno.
Por otro lado, Orsi, del Frente Amplio, apuesta por una revisión del sistema tributario, buscando adaptar la estructura fiscal al contexto global. Propone incentivos para que las multinacionales paguen impuestos en Uruguay, en línea con las recomendaciones de la OCDE. Además, plantea aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores, especialmente aquellos con ingresos bajos, a través de mecanismos de negociación colectiva. Esta estrategia ya fue utilizada por los gobiernos anteriores del Frente Amplio y contribuyó a aumentar el salario mínimo y reducir la pobreza.
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Las encuestas muestran una contienda reñida entre Delgado y Orsi. El apoyo al presidente saliente Lacalle Pou, que cuenta con una aprobación del 50%, podría beneficiar a Delgado. Además, los votos del Partido Colorado, aliado del Partido Nacional, podrían ser decisivos. No obstante, el respaldo de José Mujica ha fortalecido a Orsi, quien ganó la primera vuelta con un 43,92%.
El resultado de esta elección definirá el rumbo económico de Uruguay para los próximos cinco años. Mientras Delgado propone continuar con las políticas de apertura y liberalización, Orsi apuesta por un enfoque más intervencionista y estatal. La decisión de los votantes reflejará su evaluación del desempeño económico del gobierno actual y sus expectativas para el futuro.