Exportaciones de vino uruguayo aumentaron 40% en 2024 impulsadas por récords
El sector vitivinícola uruguayo cerró 2024 con resultados históricos, marcados por un aumento del 40% en las exportaciones de vino envasado y un incremento del 49% en las ganancias en dólares, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi). Este desempeño destaca la consolidación de Uruguay como un actor relevante en el mercado internacional del vino, impulsado por estrategias de calidad, diversificación de mercados y participación activa en eventos globales.
Durante 2024, las bodegas uruguayas lograron colocar sus productos en 57 países, alcanzando un aumento del 14% en la cantidad de destinos respecto al año anterior. Brasil se mantuvo como el principal comprador, absorbiendo el 54% de los envíos, seguido por Estados Unidos (14%), Reino Unido (4%) y México (3.6%). Este desempeño refleja no solo la preferencia de los consumidores por el vino uruguayo, sino también el trabajo estratégico de las bodegas para posicionarse en mercados clave.
El presidente de Inavi, Ricardo Cabrera, destacó que, aunque los resultados son motivo de orgullo, el sector sigue enfocado en superar sus logros. “No estamos satisfechos, porque siempre apuntamos a más. Caminar hacia el horizonte de la calidad de nuestra producción es y será siempre el objetivo”, afirmó.
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El informe de Inavi también subrayó un incremento del 8% en la cantidad de bodegas que participaron en exportaciones, alcanzando más de 45 empresas. Este dato es significativo, ya que refleja una mayor inclusión de pequeños y medianos productores en el mercado global. Además, la diversificación de bodegas exportadoras contribuye a fortalecer la imagen del vino uruguayo como un producto diverso y de alta calidad.
Otro hito destacado fue el tercer aumento consecutivo en el precio promedio de exportación, que alcanzó los 4.11 dólares por botella, marcando un incremento del 3% respecto al año anterior. Este crecimiento en el valor refleja el reconocimiento internacional de la calidad de los vinos uruguayos, especialmente en categorías premium.
El enfoque en variedades emblemáticas como el Tannat y la apuesta por métodos de producción sostenibles han sido factores clave para justificar este incremento en el precio promedio.
La presencia de Uruguay en ferias comerciales internacionales y actividades promocionales fue otro aspecto crucial en 2024. Más de 15 bodegas participaron en eventos destacados, lo que permitió a los productores conectar con compradores, distribuidores y consumidores de todo el mundo. Estas actividades no solo fortalecieron la imagen del vino uruguayo, sino que también abrieron nuevas oportunidades de negocio en mercados emergentes.
A pesar de los logros alcanzados, el sector vitivinícola uruguayo enfrenta desafíos importantes que deben abordarse para mantener el crecimiento sostenible:
Diversificación de mercados: Aunque Brasil sigue siendo el principal destino, depender en gran medida de un solo mercado puede representar un riesgo. Expandir la presencia en Asia, especialmente en China y Japón, podría ser una estrategia clave para reducir esta dependencia.
Innovación en producción: Invertir en tecnologías que optimicen la producción y mejoren la sostenibilidad será fundamental para mantener la competitividad en el mercado global.
Fortalecimiento de la marca país: Continuar posicionando a Uruguay como un productor de vinos de alta calidad a través de campañas de marketing internacional y alianzas estratégicas.
Por otro lado, las oportunidades para el sector son prometedoras. La creciente demanda global de vinos sostenibles y de alta calidad ofrece un terreno fértil para que Uruguay siga destacándose. Además, la tendencia hacia el consumo de productos diferenciados y de origen certificado juega a favor de las bodegas uruguayas.
El crecimiento de las exportaciones de vino no solo tiene un impacto positivo en la economía nacional, sino que también beneficia a las comunidades locales. La expansión de las bodegas exportadoras genera empleo directo e indirecto en áreas rurales, fomenta el turismo enológico y promueve la sostenibilidad ambiental.
Además, el éxito del sector vitivinícola contribuye a fortalecer la imagen de Uruguay como un país innovador y comprometido con la calidad en todos sus sectores productivos.
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De cara a 2025, el sector vitivinícola uruguayo se enfrenta al desafío de mantener el impulso logrado en 2024. Las proyecciones apuntan a un crecimiento sostenido en las exportaciones, impulsado por la consolidación de mercados existentes y la apertura de nuevos destinos. Asimismo, se espera que las inversiones en tecnología y sostenibilidad sigan siendo una prioridad para las bodegas.
El presidente de Inavi subrayó la importancia de continuar trabajando en equipo para alcanzar nuevas metas. “La excelencia es un camino continuo. Estamos convencidos de que el futuro del vino uruguayo es brillante, siempre que sigamos apostando a la calidad y la innovación”, concluyó Cabrera.