El precio del pollo en niveles bajos al inicio del verano
El precio de la carne de pollo en Uruguay se encuentra en un nivel bajo y altamente competitivo frente al producto importado desde los países vecinos. Además, ofrece una ventaja significativa para los consumidores: el acceso a un producto fresco y no congelado. Julio Balbi, integrante de la Coordinadora para la Defensa de la Cadena Avícola, destacó esta situación en declaraciones a El Observador, resaltando también la calidad y cantidad de la oferta disponible en el mercado interno durante este comienzo de verano.
Condiciones climáticas y su impacto en la producción
Balbi, quien lidera un complejo industrial de procesamiento de pollos en San Bautista y es distribuidor del producto, explicó que las temperaturas moderadas registradas en las últimas semanas de diciembre y principios de enero han sido determinantes. A diferencia de los veranos anteriores, este inicio de temporada no presentó los días extremadamente calurosos que suelen reducir el consumo de alimento por parte de las aves. Como resultado, los animales en engorde mantuvieron su ritmo habitual de alimentación, lo que se tradujo en un aumento del peso promedio por ave.
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En términos prácticos, esto significa que los pollos, que normalmente promediarían un peso de 2,8 kilos por animal, alcanzaron los 3,5 kilos. Esta sobreproducción de carne de pollo, derivada de condiciones climáticas favorables, ha contribuido a una mayor disponibilidad en el mercado y a precios más accesibles para los consumidores.
Precios competitivos y accesibles
El precio del kilo de pollo en planchada —es decir, al salir de la planta frigorífica— se ubica en $95. Tras incluir el recargo correspondiente al distribuidor para cubrir costos y obtener un margen de ganancia razonable, el producto llega a los locales de venta al por menor a un precio promedio de $102 o $103 por kilo.
El precio final que paga el consumidor depende del punto de venta. Un relevamiento realizado por El Observador indicó que el costo del pollo fresco comienza en torno a los $120 o $125 por kilo en la mayoría de los comercios. Sin embargo, en algunos casos, el precio puede aproximarse a los $200 por kilo cuando se aplica un margen de ganancia más alto.
En comparación, el pollo importado congelado tiene un costo aproximado de US$ 2 por kilo, equivalente a unos $90. Además, la suprema importada congelada es apenas un 10% más barata que la suprema fresca producida en Uruguay, lo que refuerza la competitividad del producto nacional.
El consumo de carnes en Uruguay ha mostrado un incremento constante desde 2020, según informó el Instituto Nacional de Carnes (INAC). Durante 2024, el consumo promedio de carne por persona alcanzó los 97,3 kilos, lo que representa un aumento del 3,2% en comparación con 2023. Este crecimiento de 3 kilos adicionales por persona se distribuye de la siguiente manera:
Carne de vacuno: El consumo llegó a 46,9 kilos por persona, con un incremento de 1,6 kilos.
Carne aviar: Mostró el mayor crecimiento relativo, con un aumento del 5,7%, alcanzando los 25,4 kilos por persona.
Carne porcina: También registró un aumento, llegando a 22,5 kilos por persona.
Carne ovina: Se observó una reducción de 0,5 kilos, situándose en 2,5 kilos por persona.
Estos datos reflejan una preferencia creciente por las carnes aviar y porcina, que han ganado protagonismo en la dieta de los uruguayos.
Ventajas del producto fresco nacional
El pollo fresco producido en Uruguay tiene ventajas significativas frente al producto importado congelado. Además de su calidad superior, ofrece una alternativa más saludable y sabrosa para los consumidores. Julio Balbi subrayó que el diferencial de frescura y calidad es un factor clave que favorece al producto local, especialmente en un mercado donde los consumidores valoran cada vez más los alimentos frescos y de proximidad.
Por otro lado, la industria avícola nacional ha demostrado ser altamente competitiva, incluso frente a los productos importados de países vecinos. Esto se debe en parte a la eficiencia en los procesos de producción y distribución, así como al compromiso de los productores con la calidad del producto final.
A pesar de las condiciones favorables actuales, la industria avícola enfrenta varios desafíos. Uno de ellos es la necesidad de mantener precios competitivos sin comprometer la rentabilidad de los productores. Además, el sector debe continuar adaptándose a las fluctuaciones del mercado y a los cambios en las preferencias de los consumidores.
Por otro lado, las condiciones climáticas pueden variar, lo que podría afectar la producción en el futuro. Los productores deben estar preparados para manejar estos riesgos y garantizar una oferta estable de carne de pollo de alta calidad.
En términos de perspectivas, el consumo de carne aviar en Uruguay parece tener un futuro prometedor. Con un crecimiento constante en los últimos años y una preferencia creciente por productos frescos y locales, la industria avícola tiene una oportunidad única para consolidarse como un pilar importante en la alimentación de los uruguayos.
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El precio del pollo en Uruguay se encuentra en niveles bajos y competitivos, gracias a factores como las condiciones climáticas favorables y la eficiencia de los productores locales. Esta situación beneficia tanto a los consumidores, que pueden acceder a un producto fresco y de alta calidad, como a la industria avícola, que se posiciona como un sector clave en el mercado de carnes del país.
Con un consumo de carnes en aumento y una preferencia creciente por los productos locales, la industria avícola uruguaya tiene un futuro prometedor. Sin embargo, para mantener su competitividad, será fundamental que los productores continúen adaptándose a las demandas del mercado y a los desafíos que puedan surgir en el camino.