El Frente Amplio denuncia la pérdida salarial de los trabajadores uruguayos
En los últimos años, los trabajadores uruguayos han visto una importante pérdida en su poder adquisitivo, según denuncias recientes del Frente Amplio (FA). Según la agrupación, el promedio de pérdida salarial por persona entre 2020 y 2024 asciende a 4130 dólares, lo que equivale a 177.590 pesos uruguayos. En total, se estima que los salarios no percibidos por la clase trabajadora alcanzan los 7440 millones de dólares, una cifra alarmante que refleja las profundas desigualdades en el país.
El equipo económico de la lista 1001971 del FA fue quien realizó el análisis de estas pérdidas, destacando que un total de 550.000 trabajadores en Uruguay ganan un promedio de 25.000 pesos mensuales. Raúl Galeano, miembro del equipo, expresó su preocupación ante la grave situación que enfrentan cientos de miles de uruguayos. Según Galeano, “no puede ser que haya tantos trabajadores por debajo de la línea de pobreza, mientras otros sectores parecen beneficiarse del crecimiento económico”.
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La falta de actualización de convenios colectivos en muchas industrias, a excepción de sectores como la construcción y la salud, ha intensificado la pérdida de poder adquisitivo. Galeano resaltó que estos sectores lograron mantener sus ingresos, pero muchas otras áreas no han tenido la misma suerte, lo que ha generado una brecha significativa en los salarios.
La crisis laboral en Durazno y otros departamentos
El departamento de Durazno se ha visto particularmente afectado por la pérdida de empleos y la reducción de salarios. Según las cifras reveladas por Galeano, la tasa de desocupación alcanzó el 9.6% entre noviembre y enero, y se estima que esa cifra podría haber aumentado en los meses recientes. Además, Galeano señaló que la industria frigorífica, una de las principales fuentes de empleo en la región, se encuentra en serios problemas. De los tres frigoríficos que operan en Durazno, uno está trabajando a media capacidad, otro enfrenta problemas financieros recurrentes y el tercero ha impuesto una rebaja salarial a sus empleados.
Este contexto laboral, según el Frente Amplio, no es exclusivo de Durazno. En muchas otras regiones del país, los trabajadores enfrentan condiciones similares, lo que ha llevado a una preocupación creciente sobre el futuro económico de Uruguay.
Francisco Alves, otro integrante del Frente Amplio, fue claro al señalar que, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) del país ha crecido en los últimos años, los beneficios de este crecimiento no se han distribuido de manera equitativa. Según Alves, entre el 5% y el 10% de la población más rica ha visto un incremento en sus ingresos, mientras que la mayoría de los trabajadores ha sufrido pérdidas salariales y una disminución en su poder adquisitivo.
Alves mencionó que los trabajadores rurales, a quienes denominó «los que hacen la patria», están ganando apenas 29.000 pesos al mes, una cifra que está lejos de ser suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia en Uruguay. Las trabajadoras domésticas, otro sector especialmente vulnerable, perciben salarios aún más bajos, con ingresos que rondan los 27.000 pesos brutos. En el sector de los supermercados, muchos empleados apenas alcanzan el salario mínimo de 22.000 pesos, una situación que Alves describió como «preocupante» y que requiere de atención inmediata.
El FA ha puesto el foco en cómo la caída del poder adquisitivo no solo afecta a los trabajadores, sino también a la economía en general. Según Galeano, la disminución del consumo es inevitable cuando los salarios no logran igualar el costo de vida, especialmente en un contexto de alta inflación. «Cada vez que los salarios logran empatar a la inflación, el consumo se mantiene, pero cuando la inflación supera los ingresos, el consumo cae drásticamente», señaló Galeano.
Esta situación también tiene consecuencias sociales significativas. La pobreza ha aumentado en Uruguay en los últimos años, y cada vez más familias se ven obligadas a recurrir a programas de asistencia social para cubrir sus necesidades básicas. «El gobierno ha implementado medidas para estimular la economía, pero no han sido suficientes para compensar la pérdida de ingresos de las familias trabajadoras», comentó Alves.
Ante este panorama desalentador, el Frente Amplio ha presentado una serie de propuestas para revertir la situación. Una de las principales medidas que propone es la restauración de la negociación colectiva en todos los sectores de la economía. Según Alves, «es fundamental que los trabajadores tengan una voz en la mesa de negociación para asegurar que sus salarios reflejen el verdadero costo de vida».
Otra de las prioridades del FA es la creación de una política laboral que tenga un enfoque particular en las mujeres y los jóvenes, dos grupos que han sido especialmente afectados por el desempleo en los últimos años. Las tasas de desempleo entre las mujeres y los jóvenes son significativamente más altas que el promedio nacional, lo que ha generado preocupación en cuanto a la equidad en el mercado laboral uruguayo.
Alves subrayó que mejorar la calidad del trabajo y reducir las inequidades laborales son objetivos esenciales para el próximo gobierno. Según él, «si no se toman medidas inmediatas, la situación solo empeorará en los próximos años, y las familias uruguayas seguirán sufriendo las consecuencias de un mercado laboral inestable».
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El Frente Amplio concluyó sus denuncias destacando que la situación actual no solo es insostenible para los trabajadores, sino también para la economía del país en su conjunto. «No se puede permitir que el crecimiento económico beneficie solo a una minoría mientras la mayoría de los trabajadores lucha por llegar a fin de mes», afirmó Galeano.
El próximo gobierno, según el FA, deberá centrarse en devolver a los trabajadores el poder adquisitivo que han perdido en los últimos años. «Es necesario un cambio profundo en las políticas económicas y laborales para asegurar que todos los uruguayos puedan vivir con dignidad», concluyó Alves.