Debate sobre el etiquetado múltiple en supermercados: Desafíos y alternativas
La propuesta de implementar un sistema de etiquetado múltiple en supermercados ha generado un intenso debate en Uruguay. La medida, impulsada por el diputado Juan Martín Jorge del Partido Colorado, busca mejorar la transparencia en la información de precios, obligando a los comercios a exhibir el valor de los productos por unidad de medida. Sin embargo, desde la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU) advierten que su aplicación podría presentar numerosos desafíos logísticos y técnicos.
Un objetivo claro, pero de difícil implementación
El proyecto de ley sostiene que los consumidores uruguayos enfrentan dificultades para comparar precios de manera eficiente, lo que podría derivar en costos más elevados y una menor competencia entre marcas. La normativa busca corregir esta situación estableciendo un sistema de etiquetado que permita conocer el precio por unidad de medida, facilitando decisiones de compra informadas.
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No obstante, la ASU ha manifestado su preocupación respecto a la viabilidad de esta iniciativa. Según Daniel Menéndez, gerente de la organización, la aplicación de esta medida podría resultar confusa para los consumidores, especialmente en el caso de las grandes superficies comerciales, donde la diversidad de productos complica la actualización y exhibición de precios. «En una estantería elevada, con etiquetas pequeñas, podría generarse confusión entre el precio unitario y el precio final del producto», explicó.
Impacto en grandes superficies y comercios minoristas
Uno de los puntos críticos que se plantea es el impacto diferenciado que tendría la medida en los distintos formatos comerciales. Mientras que las grandes cadenas de supermercados manejan inventarios de más de 30.000 productos, los comercios de menor escala podrían quedar exentos de la obligación de reetiquetar sus productos, lo que generaría una desigualdad en la información disponible para los consumidores.
Las grandes superficies representan un tercio del comercio de alimentos y bebidas en el país, por lo que la aplicación de esta normativa afectaría a un sector significativo del mercado. Desde la ASU alertan que la implementación del sistema podría traducirse en un aumento en los costos operativos, lo que eventualmente podría repercutir en los precios finales para los consumidores.
Alternativas tecnológicas para mejorar la transparencia
Ante estas dificultades, el gremio supermercadista sugiere explorar alternativas tecnológicas que faciliten el acceso a la información sin afectar la operativa de los comercios. Entre las opciones mencionadas, destacan el uso de aplicaciones móviles que permitan escanear los códigos de barras para obtener información detallada sobre los productos, así como la instalación de terminales digitales en las mismas estanterías.
El uso de tecnología podría proporcionar a los consumidores una herramienta práctica para comparar precios de manera sencilla y efectiva, sin necesidad de reformular los actuales sistemas de etiquetado. Además, este tipo de soluciones podría integrarse con otras iniciativas de digitalización del comercio minorista, como los sistemas de autoservicio y pago electrónico.
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El proyecto de ley se encuentra actualmente en discusión parlamentaria, con diversos actores del sector comercial evaluando sus implicaciones. Mientras los defensores de la iniciativa consideran que el etiquetado múltiple es una herramienta clave para fomentar la competencia y el acceso a información clara, los opositores advierten sobre las dificultades prácticas y el posible impacto económico que podría generar.
La discusión en torno a esta normativa refleja un desafío común en el sector retail: encontrar un equilibrio entre la transparencia en los precios y la viabilidad de su implementación. A medida que avancen las negociaciones, será clave considerar soluciones que no solo beneficien a los consumidores, sino que también sean sostenibles para los comerciantes y el mercado en general.