Crecimiento económico de Uruguay en 2025 traerá menor creación de empleo
Las primeras proyecciones macroeconómicas para Uruguay en 2025 anticipan un crecimiento económico de un 2,5%, una cifra moderada en comparación con el 3% estimado para este año. Esta desaceleración en la actividad económica tendrá un impacto directo en el mercado laboral, con una leve disminución en la demanda de empleo, según los últimos informes de la consultora Advice. Este artículo explora las implicancias de estas proyecciones para el país, el empleo, el salario real y las expectativas empresariales.
Proyección económica para 2025: un crecimiento moderado
El crecimiento económico de Uruguay para 2025 se proyecta en un 2,5%, alineado con el crecimiento potencial del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, que se ha establecido en un 2,5% para el período 2024-2033. Esta cifra es un reflejo de un entorno económico global moderado y una desaceleración de la actividad económica en comparación con el dinamismo observado en años anteriores.
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Según el informe de Advice, la correlación histórica entre el crecimiento económico y la demanda laboral sugiere que, a pesar del crecimiento moderado, el empleo podría experimentar un leve descenso. Esto se debe a que la actividad económica se ralentiza, lo que generalmente reduce las oportunidades de empleo en diversas industrias.
La consultora Advice destaca que la demanda laboral podría descender levemente en 2025, comparado con el fuerte dinamismo observado durante 2024. Este descenso en las vacantes de empleo se debe a la desaceleración del crecimiento económico, que afecta principalmente a sectores como la construcción, la manufactura y otros sectores dependientes del ciclo económico.
A nivel global, la economía también muestra signos de desaceleración, con una proyección de crecimiento del 2,7% según el Banco Mundial. Las economías líderes, como Estados Unidos y la Unión Europea, enfrentarán una desaceleración en la creación de empleo, lo que podría impactar en la demanda de talento en Uruguay, especialmente en áreas como el trabajo remoto.
En línea con las proyecciones económicas, diversos sondeos empresariales en Uruguay han evidenciado una menor intención de contrataciones para el próximo año. La incertidumbre económica y la cautela ante el cambio de gobierno han generado una moderación en la demanda de trabajo, especialmente en sectores donde las empresas suelen ser más conservadoras en cuanto a la expansión de su plantilla laboral.
La actitud de cautela entre los empleadores, que prevaleció durante el proceso electoral de 2024, podría mantenerse hasta marzo de 2025, cuando se complete la transición hacia el nuevo gobierno. Esto implica que las decisiones de contratación podrían seguir siendo lentas y moderadas en los primeros meses del próximo año, a medida que las empresas evalúan el entorno político y económico.
Una de las expectativas para 2025 es un posible fortalecimiento del dólar, lo que podría tener efectos positivos para las empresas globales que buscan talento en Uruguay, especialmente en sectores vinculados con el trabajo remoto. Si el dólar se fortalece, las empresas extranjeras podrían ver a Uruguay como un destino atractivo para contratar profesionales locales, debido a la competitividad de los salarios en términos de la moneda estadounidense.
Esto podría generar una demanda de talento calificado en áreas como tecnología, marketing digital y otros sectores que permiten el trabajo a distancia. Sin embargo, la oferta de empleo en estos sectores dependerá de la capacidad de las empresas uruguayas para adaptarse a las condiciones del mercado global y competir con otros países que también buscan atraer talento.
El salario real en Uruguay ha mostrado señales de desaceleración durante 2024, y se espera que esta tendencia continúe en 2025. Según el informe de Advice, el salario real tiene un «final abierto» para el próximo año, lo que significa que su evolución dependerá de varios factores, incluyendo la inflación, el crecimiento económico y las negociaciones laborales.
Durante la mayor parte de 2024, el salario real experimentó una desaceleración en su crecimiento, pero se espera que repunte levemente hacia fin de año. Para 2025, el comportamiento del salario real dependerá de la capacidad del gobierno y las empresas para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, especialmente en un contexto de crecimiento moderado y expectativas de inflación controlada.
La transición hacia el próximo gobierno es otro factor clave que influirá en las perspectivas laborales y económicas de Uruguay en 2025. La incertidumbre política generada por el cambio de administración podría generar una mayor cautela entre los empleadores, lo que afectaría las decisiones de contratación y las inversiones en nuevos proyectos.
En este contexto, las empresas podrían adoptar una postura más conservadora hasta que se estabilicen las políticas económicas y laborales del nuevo gobierno. Esto podría traducirse en una menor demanda de trabajo en los primeros meses de 2025, hasta que se definan con mayor claridad las prioridades del gobierno en materia de empleo, salarios y desarrollo económico.
Aunque se espera una desaceleración generalizada en la demanda laboral, algunos sectores específicos podrían experimentar un crecimiento en la contratación. En particular, las industrias relacionadas con la tecnología, la digitalización y el trabajo remoto podrían seguir viendo un aumento en la demanda de profesionales calificados.
El sector tecnológico ha sido uno de los más dinámicos en los últimos años, y se espera que continúe su expansión en 2025, especialmente en áreas como el desarrollo de software, la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Las empresas que operan en estos sectores podrían estar mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades de empleo, tanto a nivel nacional como internacional.
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Las proyecciones económicas para Uruguay en 2025 indican un crecimiento moderado del 2,5%, lo que se traducirá en una leve desaceleración de la demanda laboral. Sin embargo, algunos sectores específicos, como la tecnología y el trabajo remoto, podrían seguir siendo motores de empleo en el país.
La actitud de cautela entre los empleadores, el fortalecimiento del dólar y la transición política son factores que influirán en las decisiones de contratación y en las expectativas salariales para el próximo año. En este contexto, es fundamental que las empresas y los trabajadores se adapten a las nuevas realidades económicas y busquen oportunidades de crecimiento en sectores clave para asegurar la estabilidad laboral y económica en 2025.