Aumentos en el puerto de Buenos Aires, productores no descartan mudarse a Uruguay
En los últimos meses, el puerto de Buenos Aires ha estado en el centro de una polémica creciente debido a los aumentos desmedidos en las tarifas de las terminales portuarias, lo que ha llevado a los productores, en especial a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), a considerar la posibilidad de trasladar sus operaciones a otros puertos, incluidos los de Uruguay. Las tensiones se intensificaron tras la reunión entre los dirigentes industriales y los funcionarios de la Administración General de Puertos (AGP) de la nueva administración de Javier Milei, donde quedó en evidencia el malestar del sector productivo ante los elevados costos logísticos que enfrentan en el puerto bonaerense.
Uno de los principales reclamos de la Unión Industrial Argentina (UIA) se centra en que los costos logísticos en el puerto de Buenos Aires se han vuelto prohibitivos para muchas empresas, especialmente para las PyMEs. Según un dirigente pyme de la UIA, «los costos logísticos se contabilizan en dólares, y las tarifas de las terminales portuarias del puerto de Buenos Aires ya comienzan a convertirse en abusivas». Estos aumentos están dificultando la competitividad de las empresas argentinas, que ven cada vez más complicado absorber estos costos sin que afecte negativamente a sus volúmenes de exportación.
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La situación es particularmente crítica para las PyMEs, cuya capacidad de producción y ventas ha caído significativamente en los últimos años, en parte debido a la recesión económica que atraviesa el país. Estas empresas enfrentan mayores dificultades para asumir los costos adicionales, lo que pone en riesgo su viabilidad a largo plazo. Para muchas de ellas, la solución podría ser trasladar sus operaciones a puertos más competitivos, como el de Montevideo en Uruguay.
El puerto de Buenos Aires, que históricamente ha sido el principal puerto concentrador de Argentina, está en riesgo de perder esa posición estratégica debido a la falta de inversión en infraestructura y la creciente ineficiencia en sus terminales. Durante la reunión entre los industriales y los funcionarios de la AGP, se presentó un informe comparativo que mostraba que los costos de las terminales portuarias de Buenos Aires son significativamente más altos que los de otros competidores regionales, como Exolgan o Tec Plata.
Además, se destacó que el puerto de Buenos Aires enfrenta serios problemas de infraestructura que incrementan los costos operativos. Estos problemas incluyen la falta de turnos disponibles, la imposibilidad de realizar retiros parciales de mercancías y la ineficiencia en la gestión de las terminales, lo que contribuye a los llamados «costos invisibles». Ante este panorama, los dirigentes industriales exigieron la necesidad de llevar adelante una licitación para promover inversiones en el puerto y mejorar su competitividad como una vía esencial para sostener la producción y exportación nacional.
El puerto de Buenos Aires es actualmente operado por dos grandes multinacionales: Terminales Río de la Plata (TRP), controlada por la estatal Dubai Ports World en sociedad con el grupo local Román, y APM Terminals, perteneciente al grupo danés Maersk. Juntas, estas empresas manejan aproximadamente el 62% de los contenedores que pasan por Argentina, con una capacidad anual de carga total de 1,5 millones de TEUs.
Sin embargo, estas concesionarias no están exentas de controversia. Poco antes de que concluyera el mandato del expresidente Alberto Fernández, se decidió, mediante el decreto 299/23, prorrogar por tres años las concesiones de ambas terminales y establecer un aumento del 100% en las tarifas a partir de enero de 2024. Esto ha sido motivo de preocupación para la UIA, que ve en estos aumentos un obstáculo adicional para los productores argentinos, que ya enfrentan costos logísticos elevados.
La mirada puesta en Uruguay: ¿una alternativa viable?
Ante este escenario, muchos productores están comenzando a explorar alternativas en otros puertos de la región. Montevideo, en particular, ha ganado protagonismo como una opción atractiva para trasladar operaciones. El puerto uruguayo, que ya ha sido modernizado para recibir buques de mayor calado, ofrece tarifas más competitivas y una infraestructura más eficiente que la de Buenos Aires. Además, Uruguay ha sabido posicionarse como un hub logístico en América del Sur, lo que lo convierte en una alternativa cada vez más viable para los exportadores argentinos.
Si bien aún no se ha producido un éxodo masivo de empresas hacia Uruguay, la posibilidad de que esto ocurra es real, especialmente si no se realizan cambios significativos en las políticas portuarias de Argentina. La preocupación de los industriales es que Buenos Aires podría perder su capacidad de ser un puerto concentrador y convertirse en un puerto alimentador, o feeder, de otros puertos de mayor envergadura en la región, como Montevideo.
La situación del puerto de Buenos Aires es compleja y requiere soluciones urgentes. Durante la reunión con la AGP, los representantes de la UIA solicitaron la creación de una mesa de trabajo junto a las autoridades aduaneras y de la secretaría de transporte para discutir medidas que ayuden a mitigar los costos que enfrentan las empresas en el puerto. Una de las principales propuestas es llevar a cabo licitaciones transparentes que fomenten la inversión en infraestructura y mejoren la competitividad del puerto a largo plazo.
En última instancia, el futuro del puerto de Buenos Aires dependerá de la voluntad política de implementar reformas estructurales que beneficien a los productores nacionales y eviten una fuga masiva de empresas hacia otros puertos de la región. Si no se toman las medidas necesarias, Argentina corre el riesgo de perder una de sus principales puertas al comercio internacional, lo que tendría consecuencias graves para la economía del país.
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El puerto de Buenos Aires enfrenta una encrucijada. Los aumentos en las tarifas portuarias y los problemas de infraestructura están poniendo en jaque a las PyMEs y a los grandes exportadores, que ya comienzan a mirar hacia otros destinos como Uruguay. La posibilidad de que Buenos Aires pierda su capacidad de ser un puerto concentrador es una amenaza real, pero aún hay tiempo para revertir la situación si se toman las decisiones correctas. De lo contrario, Montevideo podría convertirse en el gran beneficiado de esta crisis portuaria en Argentina.