Argentina y su nueva estrategia cambiaria: ¿Beneficia a Uruguay y vecinos?
En abril de 2025, Argentina ha dado un paso significativo hacia la estabilización económica al implementar una serie de reformas cambiarias y fiscales en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas medidas buscan corregir desequilibrios macroeconómicos y restaurar la confianza de los inversores. Este análisis examina las principales transformaciones en la política cambiaria argentina y sus posibles repercusiones para Uruguay y la región.
Transformaciones en la Política Cambiaria Argentina
El gobierno del presidente Javier Milei ha acordado un programa de Facilidades Extendidas con el FMI por un total de 20.000 millones de dólares, con un desembolso inicial de 12.000 millones. Como parte de este acuerdo, se han levantado las restricciones cambiarias que limitaban la compra de divisas y la transferencia de capitales al exterior desde 2011. Ahora, el peso argentino operará dentro de una banda flotante entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar, con una expansión mensual del 1% en ambos extremos.
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Además, se ha eliminado el límite de compra mensual de 200 dólares para personas físicas, siempre que las operaciones se realicen a través de cuentas bancarias. Para las empresas, se ha permitido el giro de dividendos al exterior a partir del ejercicio 2025, a realizarse en 2026. Estas medidas buscan atraer inversiones y fomentar la transparencia en el mercado cambiario.
La normalización del mercado cambiario argentino tiene implicaciones directas para Uruguay, especialmente en el litoral. Durante 2023, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo en Argentina incentivó a los uruguayos a cruzar la frontera para realizar compras, lo que afectó negativamente al comercio y al empleo en departamentos fronterizos uruguayos. Se estima que se desviaron aproximadamente 500 millones de dólares del consumo uruguayo hacia Argentina en ese período.
Con la implementación del nuevo régimen cambiario y la reducción de la brecha entre los tipos de cambio, se espera que disminuya el atractivo de realizar compras transfronterizas, lo que podría beneficiar al comercio local uruguayo.
A pesar de las reformas, Argentina enfrenta desafíos significativos. El país debe acumular reservas por 4.000 millones de dólares para junio de 2025 y alcanzar un superávit fiscal primario del 1,3% del PIB. El control de la inflación, que se situó en 3,7% en marzo, sigue siendo una prioridad para el gobierno.
Reuters
El respaldo internacional, incluido el apoyo del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, refuerza la credibilidad de las reformas argentinas. Sin embargo, la sostenibilidad de estas medidas dependerá de su implementación efectiva y de la respuesta del mercado.
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La transición de Argentina hacia una mayor flexibilidad cambiaria representa un cambio significativo en su política económica. Si bien las reformas presentan desafíos, también ofrecen oportunidades para estabilizar la economía y fortalecer las relaciones comerciales en la región. Para Uruguay, una Argentina más estable y predecible podría traducirse en beneficios económicos y una mayor integración regional.