Argentina más cara que Brasil pero más barata que Chile y Uruguay
Un reciente estudio del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) comparó el costo de una canasta básica de alimentos en Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Los resultados muestran diferencias sustanciales en los precios en dólares, reflejando los contrastes económicos y políticos de la región. Aunque Argentina resulta un 26% más cara que Brasil, sus alimentos son aproximadamente un 20% más económicos que los de Chile y Uruguay.
Una canasta alimentaria regional en dólares
El relevamiento analizó 11 productos básicos como carne, arroz, aceite y leche, expresando su precio en dólares al tipo de cambio oficial. Según el informe, la canasta en Argentina tiene un costo promedio de 36,40 dólares, comparado con 29,10 dólares en Brasil, y los más elevados: 45 dólares en Chile y 44,60 dólares en Uruguay.
Esta comparación estandarizada permite entender mejor las diferencias de precios en una moneda común, eliminando las distorsiones propias de cada mercado interno.
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El análisis revela no solo variaciones generales, sino también disparidades en productos específicos. A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados:
Aceite de girasol
En Brasil es un 30% más caro que en Argentina.
Este producto, esencial en la cocina, tiene un precio competitivo en el mercado argentino debido a su gran producción local y costos relativamente bajos.
Harina y arroz
La harina en Brasil es un 13% más cara que en Argentina.
En contraste, el arroz en Argentina es un 116% más caro que en Brasil, reflejando la influencia de la oferta y demanda regional.
Fideos
En Argentina, son un 70% más costosos que en Brasil.
Estos ejemplos ilustran cómo las particularidades de cada mercado impactan en los costos, ya sea por cuestiones de productividad, transporte o políticas de subsidios.
Chile y Uruguay: canastas más caras pero con excepciones
Aunque Chile y Uruguay tienen las canastas básicas más costosas de la región, ciertos productos son más accesibles en estos países.
Arroz
En Uruguay, es un 38% más barato que en Argentina.
En Chile, su precio es un 4% menor al argentino.
Leche
Es un 6% más económica en Chile y un 1% más barata en Uruguay respecto a Argentina.
Estas variaciones reflejan las diferencias en los costos de producción local y las políticas de importación.
Las diferencias en el costo de los alimentos en estos países tienen múltiples explicaciones. Algunos de los factores más relevantes son:
Productividad local
Brasil, por ejemplo, tiene una agricultura altamente mecanizada y eficiente, lo que permite ofrecer precios más bajos en productos como arroz y fideos.
Costos de transporte y logística
En países más extensos o con infraestructura limitada, los costos logísticos aumentan, impactando el precio final de los alimentos.
Política cambiaria
La conversión a dólares refleja las distorsiones económicas en países como Argentina, donde el tipo de cambio oficial no siempre coincide con la realidad del mercado.
Impuestos y subsidios
Las políticas fiscales en cada país influyen directamente en los precios finales. Argentina, por ejemplo, subsidia algunos productos básicos, mientras que en otros aplica impuestos que elevan los costos.
Las diferencias de precios entre estos países afectan directamente a los consumidores y su capacidad adquisitiva. En Argentina, aunque los alimentos son más caros que en Brasil, resultan más accesibles que en Chile y Uruguay. Sin embargo, el poder de compra en cada país varía, y un precio «barato» en dólares puede no serlo para un consumidor local si su ingreso es bajo.
El estudio destaca cómo las economías regionales enfrentan desafíos particulares:
En Brasil, la competitividad en alimentos básicos se traduce en menores costos para los consumidores.
En Chile y Uruguay, las canastas más caras reflejan menores economías de escala y mayores costos de transporte.
En Argentina, los precios intermedios muestran un equilibrio entre subsidios internos y las distorsiones del tipo de cambio.
¿Qué esperar a futuro?
La comparación de precios en la región ofrece un panorama de las fortalezas y debilidades de cada país en términos de competitividad alimentaria. Para los consumidores, estos datos no solo son un reflejo del costo de vida actual, sino también una guía sobre el impacto de las políticas económicas en su bienestar.
Los países de la región tienen la oportunidad de colaborar en políticas que mejoren la accesibilidad y estabilidad de los precios. Esto podría incluir acuerdos comerciales para reducir aranceles, optimizar las cadenas logísticas y fomentar la producción sostenible.
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Si bien Argentina es más cara que Brasil en alimentos básicos, sigue siendo competitiva frente a Chile y Uruguay. Estas diferencias resaltan la complejidad del mercado alimentario en América Latina y la importancia de políticas que favorezcan tanto a productores como a consumidores.