Perú se encuentra en una etapa crucial en su camino hacia convertirse en un actor destacado en la producción de hidrógeno verde, una fuente de energía renovable que promete revolucionar el sector energético a nivel global. Con un potencial significativo en energías renovables, el país andino trabaja para establecerse en este mercado emergente. Sin embargo, enfrenta serios obstáculos en términos de regulación e inversión que lo han mantenido rezagado en comparación con otros países de la región, como Chile, Colombia, Brasil y Argentina.
En la actualidad, Perú cuenta con aproximadamente diez proyectos de hidrógeno verde, la mayoría de los cuales se encuentran en fases iniciales. Muchos de estos proyectos aún no han sido presentados al Ministerio de la Producción (Produce), lo que representa un desafío significativo para su avance. El proyecto más destacado hasta ahora es el desarrollado por la empresa Horizonte de Verano, situado en Arequipa, con una inversión proyectada de alrededor de 11.200 millones de dólares. Se espera que este proyecto, una vez concluido, genere aproximadamente 1,65 millones de toneladas de amoniaco verde al año y cuente con una capacidad de generación solar instalada de 5,8 gigavatios. Recientemente, Produce aprobó el Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d), lo que permite prever que la primera fase de la planta comience a operar a mediados de 2027, mientras que la fase final se espera para inicios de 2032.
Además, Perú alberga la planta de hidrógeno verde con mayor capacidad instalada de Latinoamérica, la Planta Cachimayo, de Enaex Perú, que tiene una potencia aproximada de 25 megavatios. Esta planta es crucial, ya que su capacidad de producción de electrolizadores convierte electricidad renovable en hidrógeno. Sin embargo, en términos de plantas operativas, Perú se encuentra significativamente rezagado. Mientras que el país solo tiene Cachimayo, Chile y Colombia cuentan con tres plantas, y Brasil y Costa Rica tienen dos cada uno, con Argentina sumando una a la lista.
Un aspecto crítico que la industria local ha señalado es que Perú se unió más tarde a la tendencia del hidrógeno verde en comparación con otros mercados. La Asociación Peruana de Hidrógeno, por ejemplo, fue establecida a finales de 2021 con el fin de promover regulaciones y estrategias nacionales. Sin embargo, muchos expertos, como Edmundo Farge, CEO de Batech, opinan que este proceso podría tardar más de lo esperado.
A pesar de este inicio tardío, Perú tiene la oportunidad de aprovechar sus favorables condiciones en energías renovables, especialmente en la generación de energía solar y eólica. La combinación de un precio competitivo de electricidad y la disminución en los costos de tecnología de electrolizadores puede posicionar a Perú favorablemente en el mercado del hidrógeno verde. Algunos inversionistas han mencionado que el costo de producción de hidrógeno verde en el megaproyecto Horizonte de Verano podría acercarse a los 3 dólares por kilogramo, en comparación con los costos actuales en Europa, que oscilan entre 5 y 6 dólares, incluso con subsidios.
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En cuanto a la regulación, el Congreso de Perú aprobó la Ley de Fomento del Hidrógeno Verde en marzo del año pasado, aunque su reglamentación aún está en proceso. Sin embargo, algunos académicos consideran que el país ha hecho avances significativos en el establecimiento de un marco legal en un corto período. Así, se espera que en los próximos años, Perú pueda consolidar su lugar en el sector del hidrógeno verde, siempre y cuando pueda superar los retos que enfrenta en términos de inversión y regulación.
Fuente: DFSud