Moody’s, una de las principales agencias de calificación crediticia a nivel mundial, ha tomado la decisión de rebajar las calificaciones de los bonos emitidos por Telefónica del Perú (TdP), una acción que refleja la creciente incertidumbre financiera que enfrenta la empresa en un entorno económico desafiante. Este cambio de calificación es particularmente significativo, ya que ocurre en un momento crítico para la compañía, generando dudas sobre su capacidad para cumplir con las obligaciones financieras que ha contraído.
En términos concretos, Moody’s ha reducido la calificación de los bonos de Telefónica del Perú en su Cuarto y Sexto Programa de Bonos, pasando de A.pe a CCC.pe. Este descenso en la calificación indica un riesgo elevado para los inversionistas, sugiriendo que la empresa se encuentra en una posición vulnerable. Además, la agencia también ha ajustado la calificación de las acciones comunes de TdP, que han caído de 3.pe a 4.pe, lo que pone de manifiesto una debilidad significativa en el flujo de caja y la liquidez de la compañía.
La razón principal detrás de esta rebaja radica en el deterioro de la posición financiera de la empresa. Aunque Telefónica del Perú ha realizado esfuerzos para mitigar las pérdidas, la situación sigue siendo crítica. A finales de 2024, se observó una caída del 55,62% en el patrimonio de la empresa, lo que ha impactado negativamente su capacidad para generar flujo de caja y cumplir con sus obligaciones financieras.
Un factor determinante en la decisión de Moody’s fue la incapacidad de Telefónica del Perú para mejorar su rentabilidad. A pesar de implementar medidas de reducción de costos, los ingresos de la empresa han seguido un descenso preocupante, lo que ha resultado en pérdidas operativas continuas. La falta de rentabilidad ha llevado a la compañía a una situación en la que no puede cubrir sus gastos operativos ni sus compromisos financieros.
Además, la incertidumbre sobre los pagos futuros también contribuyó a la rebaja de la calificación. Moody’s ha señalado que existe una alta probabilidad de que Telefónica del Perú no pueda cumplir con sus obligaciones en 2025, según lo estipulado en los contratos existentes. La falta de claridad respecto a futuros préstamos y capitalizaciones solo incrementa el riesgo percibido. Asimismo, se destaca que la empresa no es considerada un activo estratégico para su matriz, Telefónica S.A., lo que podría complicar aún más su situación.
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En el ámbito financiero, los ingresos de Telefónica del Perú cayeron un 7,05% en comparación con el año anterior. La transición hacia una infraestructura de fibra óptica ha traído consigo un aumento significativo en los costos, y la empresa no ha logrado ajustar sus costos operativos de manera eficiente, lo que agrava aún más la situación de rentabilidad.
Por último, los auditores externos han expresado dudas sobre la capacidad de Telefónica del Perú para continuar operando a largo plazo. Esta declaración refuerza la perspectiva negativa de Moody’s y añade un nivel adicional de incertidumbre sobre el futuro de la compañía, lo que podría afectar no solo a su posición en el mercado, sino también a la confianza de los inversores en la entidad.
Fuente: Infomercado