La adquisición de los supermercados Wong y Metro por parte de Cencosud, el conglomerado chileno fundado por Horst Paulmann, marcó un hito significativo en el sector retail de Perú. La transacción, que se concretó en diciembre de 2007 por un monto de 500 millones de dólares, se consolidó después de un extenso proceso de negociaciones que se extendieron por cuatro años. Este acuerdo no solo transformó el panorama del retail en el país, sino que también dejó un legado significativo para la familia Wong y para Cencosud.
A finales de la década de 2000, Perú se encontraba en medio de un auge en la industria de supermercados y centros comerciales. La familia Wong se preparaba para lanzar Plaza Norte y estaba en pleno proceso de expansión de Plaza Lima Sur, inaugurada en 2005. En este contexto, Cencosud, una empresa con ventas anuales que alcanzaban los 7.200 millones de dólares y una presencia consolidada en varios países de América Latina, vio una oportunidad estratégica para expandir su influencia en el mercado peruano.
El anuncio oficial de la compra sucedió el 16 de diciembre de 2007, cuando diferentes medios de comunicación peruanos confirmaron la transacción que había sido objeto de rumores durante días. Cencosud emitió un comunicado en el que enfatizaba la complementariedad de intereses entre ambas compañías, lo que facilitó la llegada a un acuerdo que sería beneficioso para ambas partes. En términos de la estructura de la operación, el acuerdo implicaba la adquisición del 100% del capital accionario de la cadena de supermercados Wong, de los cuales el 96,93% pertenecía a la familia Wong y el 3,27% restante a un fondo de inversión.
Uno de los aspectos notables de este acuerdo fue que, a pesar de la venta, la familia Wong no se desentendió del todo del negocio. En el marco de la transacción, la familia adquirió un porcentaje de acciones de Cencosud valorado en alrededor de 100 millones de dólares, lo que les permitió convertirse en uno de los tres principales accionistas de la compañía chilena. Esta estrategia no solo proporcionó a los Wong una continuidad en el sector, sino que también les otorgó una voz en la dirección futura de la empresa.
Erasmo Wong, figura prominente del grupo Wong, continuó al frente de la compañía como presidente y también se integró al directorio de Cencosud, lo que facilitó la integración de ambas culturas empresariales. Así, Wong y Metro se convirtieron en parte de uno de los mayores operadores de supermercados en Latinoamérica, contribuyendo a la expansión de Cencosud en un mercado que prometía un crecimiento sostenido.
Sin embargo, es importante destacar que la transacción no estuvo exenta de desafíos y reacciones nacionalistas en Perú, donde algunos sectores cuestionaron la venta de empresas emblemáticas a capitales extranjeros. Cencosud tenía un «Plan B» en caso de que la compra no se concretara, y esto demuestra la seriedad con que la empresa chilena abordó las posibles complicaciones que podrían surgir en el proceso de negociación.
En conclusión, la venta de Wong y Metro a Cencosud no solo representa una transacción financiera, sino también un capítulo crucial en la evolución del retail peruano. A medida que el mercado continúa desarrollándose, los efectos de esta adquisición siguen resonando y moldeando el futuro del sector.
Fuente: DFSud