En un movimiento que ha captado la atención del mercado global, Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, ha cerrado la compra de Primax, una destacada compañía peruana de comercialización y distribución de combustibles perteneciente al Grupo Romero. Esta transacción se ha valorado en aproximadamente US$ 3.500 millones, convirtiéndose en uno de los acuerdos más significativos en el sector energético de los últimos años.
Primax ha estado operando en el mercado peruano desde 2002, cuando la familia Romero dio el primer paso al vender su primer galón de combustible. La compañía ha crecido significativamente desde entonces, adquiriendo en 2004 la filial de combustibles de Shell en Perú, en asociación con la firma china ENAP. Este crecimiento ha llevado a Primax a establecer una robusta red que incluye más de 2.100 estaciones de servicio en Perú, Ecuador y Colombia. Además, Primax gestiona una popular marca de tiendas de conveniencia llamada Listo, que cuenta con 180 locales en Ecuador y Perú.
La adquisición de Primax por parte de Saudi Aramco se inscribe dentro de una estrategia más amplia de expansión en el sector de downstream de la petrolera árabe. A finales del año anterior, Aramco ya había completado la compra total de la empresa chilena Esmax, que opera en el mismo rubro con estaciones de servicio y terminales de distribución. Este enfoque en Sudamérica es parte de un plan más ambicioso para incrementar su influencia en el mercado de combustibles de la región.
Yasser Mufti, vicepresidente ejecutivo de Productos y Clientes de Aramco, compartió recientemente en una entrevista con el Diario Financiero que Chile ha sido identificado como una puerta de entrada para un mayor crecimiento en el sector de downstream en Sudamérica. Esta visión estratégica resalta la intención de Aramco de convertirse en un actor clave en el mercado energético de la región, donde la demanda de combustibles sigue en aumento.
Además de su reciente adquisición de Primax, Saudi Aramco ya cuenta con una presencia significativa en Perú a través de su participación del 49% en MidOcean. Esta empresa ha realizado inversiones adicionales en el país, incluyendo financiamiento para la compra de participaciones adicionales en Perú LNG por parte de MidOcean Energy, lo que demuestra su compromiso con el crecimiento en esta parte del continente.
La compra de Primax no solo implica un fortalecimiento de la posición de Aramco en el mercado sudamericano, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del sector energético en Perú y la competencia local. Con la entrada de un gigante como Saudi Aramco, las dinámicas del mercado podrían cambiar, afectando tanto a los consumidores como a otras empresas del sector.
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Este movimiento de Aramco podría alentar a otras compañías a considerar adquisiciones similares en la región, lo que podría generar un efecto dominó en el sector energético sudamericano. Con la inversión de US$ 3.500 millones, Saudi Aramco no solo adquiere una red de distribución bien establecida, sino también un potencial significativo para la innovación y el desarrollo en el sector de combustibles.
En conclusión, la adquisición de Primax por Saudi Aramco representa una jugada estratégica que no solo reafirma la posición de la petrolera saudita en el mercado global, sino que también abre nuevas oportunidades y desafíos para el sector energético en Sudamérica. La evolución de este acuerdo y sus repercusiones a largo plazo serán temas a seguir con gran interés en los próximos años.
Fuente: DFSud