En un comunicado a través de la plataforma X, el Departamento de Asuntos Consulares de Estados Unidos señaló que han recibido informes recientes sobre robos a mano armada y hurto de teléfonos celulares en varias áreas de Lima que son frecuentadas por ciudadanos estadounidenses. Este tipo de advertencias no solo refleja la preocupación por la seguridad de sus ciudadanos, sino que también subraya la importancia de la vigilancia en estas zonas donde tanto residentes como turistas suelen coincidir.
Los funcionarios de la embajada han instado a los turistas estadounidenses a estar atentos a su entorno y a mantener una actitud de precaución, dado que muchos ciudadanos estadounidenses son residentes o visitantes en áreas como Barranco, Miraflores, La Molina y Surco, que son conocidas por su atractivo turístico. De hecho, se han implementado medidas estrictas en ciertos distritos de Lima Metropolitana, como la prohibición de que dos personas viajen juntas en motocicletas lineales, como una estrategia para mitigar el crimen.
Entre las recomendaciones específicas proporcionadas por la embajada, se exhorta a los visitantes a evitar el uso de teléfonos celulares en espacios públicos y lugares con alta concurrencia. También se aconseja no llevar joyas ni relojes de lujo, incluso cuando están dentro de automóviles o taxis cerrados, para minimizar el riesgo de convertirse en blanco de delincuentes. Además, se sugiere hacer uso de aplicaciones de transporte o servicios telefónicos para garantizar una mayor seguridad al momento de desplazarse por la ciudad.
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La situación de seguridad también ha repercutido en el sector turístico. Para este año, Perú había proyectado recibir aproximadamente 3.5 millones de turistas extranjeros, una cifra que lamentablemente está aún por debajo de las cifras que se registraron antes de la pandemia, que alcanzaban cerca de 4.4 millones. Según el último informe del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el flujo de visitantes extranjeros ha disminuido durante dos meses consecutivos, lo que plantea serias interrogantes sobre el impacto que la creciente ola de criminalidad tendrá en la economía y la reputación del destino turístico peruano. La necesidad de abordar estos temas de seguridad se vuelve cada vez más urgente para garantizar un entorno seguro tanto para los residentes como para los turistas que desean disfrutar de la riqueza cultural y la belleza natural que ofrece Perú.
Fuente: La República