Tras una década vistiendo a los peruanos con las últimas tendencias a precios accesibles, la marca estadounidense Forever 21 ha decidido cerrar sus puertas en el país. Esta decisión, que también afecta a Chile y Colombia, marca el fin de una era en el mercado del ‘fast fashion’ peruano y pone de relieve los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas estrategias retail.
Las razones del adiós de Forever 21 son complejas y multifactoriales. Según Perú Retail, la marca se vio afectada por la intensa competencia en el mercado peruano, donde marcas como Zara y H&M ya estaban posicionadas y habían logrado una mayor accesibilidad al expandirse a ciudades como Lima, Huancayo, Trujillo, Cajamarca y Arequipa.
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La pandemia del COVID-19 también tuvo un impacto significativo. Las restricciones y el auge del comercio electrónico modificaron los hábitos de compra, golpeando duramente a las tiendas físicas. Las ventas de Forever 21, que antes oscilaban entre US$1.200 y US$2.000 mensuales por metro cuadrado, se desplomaron a solo US$400-$420 en 2023.
A esto se suma la estrategia de «desinversión regional» de la empresa matriz. En 2019, Forever 21 se declaró en bancarrota en Estados Unidos y fue adquirida por Authentic Brands Group (ABG). La nueva administración ha tomado la difícil decisión de cerrar operaciones en mercados menos rentables, como Sudamérica, para enfocarse en otros con mayor potencial.
El cierre de Forever 21 no solo significa la pérdida de una marca emblemática para muchos peruanos, sino que también deja un vacío en el mercado del ‘fast fashion’. Es probable que otras marcas locales o internacionales aprovechen esta oportunidad para llenar el vacío y captar a los consumidores que buscaban moda accesible y en tendencia.
¿Qué depara el futuro del ‘fast fashion’ en Perú?
La salida de Forever 21 marca el fin de una era, pero también abre la puerta a nuevas posibilidades. El ‘fast fashion’ sigue siendo un sector atractivo para muchos consumidores, pero las marcas que quieran tener éxito en este mercado deberán adaptarse a las nuevas realidades. Deberán ser más competitivas, ofrecer una experiencia de compra omnicanal que combine tiendas físicas y comercio electrónico, y estar atentas a las nuevas tendencias de consumo, como la moda sostenible y la personalización.
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Solo el tiempo dirá cómo evolucionará el mercado del ‘fast fashion’ en Perú en los próximos años. Sin embargo, el adiós de Forever 21 nos recuerda que este sector está en constante cambio y que las marcas que quieran sobrevivir deberán ser ágiles, innovadoras y adaptarse a las necesidades de los consumidores.