En vísperas del cierre de año, la prestigiosa firma financiera UBS ha lanzado una alerta sobre los desafíos que acechan a la economía mexicana. Los cambios constitucionales internos, sumados a la incertidumbre política en Estados Unidos ante la posible vuelta de un líder más proteccionista, están generando un panorama complejo que podría impactar negativamente la confianza de los inversionistas y la estabilidad financiera del país.
Según el informe «Investing in Mexico 2025», la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, junto con las potenciales tensiones comerciales, podrían aumentar la volatilidad del peso mexicano y generar presiones sobre la deuda soberana. A pesar de este panorama adverso, UBS destaca la profunda integración de México en las cadenas de suministro de América del Norte como un factor que podría favorecer una mayor cooperación entre ambos países a mediano plazo.
Relevancia de México en la cadena de suministros para Norteamérica genera optimismo
Se espera que el peso mexicano continúe mostrando una alta volatilidad en los próximos meses, aunque se anticipa una estabilización gradual hacia la segunda mitad de 2025. Sin embargo, la firma financiera advierte que la moneda nacional podría enfrentar presiones adicionales en el corto plazo, especialmente si se intensifican las discusiones sobre aranceles, políticas migratorias y el proceso de revisión del T-MEC.
UBS proyecta que el primer trimestre de 2025 podría ser el punto álgido de los riesgos, pero confía en que un enfoque cooperativo entre México y Estados Unidos en materia fronteriza y comercial contribuirá a estabilizar la moneda.
Desaceleración económica y desafíos fiscales
La firma financiera estima que el crecimiento del PIB mexicano se desacelerará en 2025, debido a la reducción del gasto público y una menor actividad económica en Estados Unidos. La inversión, que ha sido un motor clave del crecimiento en los últimos años, muestra signos de estancamiento, lo que podría exacerbar los efectos de la incertidumbre política y comercial.
En cuanto a la inflación, UBS considera que, aunque se observa una tendencia a la baja, será necesario lograr una mejora sostenida en los precios de los servicios para consolidar la desinflación. Ante este escenario, se espera que el banco central continúe relajando su política monetaria, reduciendo la tasa de interés a 8% en 2025.
Calificaciones crediticias y el fantasma del proteccionismo
La reciente modificación de la perspectiva de la calificación crediticia de México por parte de Moody’s añade otra capa de incertidumbre al panorama económico. UBS advierte que existe la posibilidad de que la calificación se reduzca en 2025, lo que podría generar mayores costos de financiamiento para el gobierno mexicano.
Por otro lado, la firma financiera considera que la llegada de un líder más proteccionista a la Casa Blanca podría desencadenar una nueva ronda de tensiones comerciales entre Estados Unidos y México. Sin embargo, UBS estima que la implementación de aranceles de gran envergadura es poco probable debido a las profundas interconexiones económicas entre ambos países.
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A pesar de los desafíos a corto plazo, UBS mantiene una visión optimista sobre las perspectivas a mediano plazo de la economía mexicana. La firma considera que la realidad económica de la integración norteamericana prevalecerá y que México seguirá siendo un destino atractivo para la inversión extranjera directa.
México se enfrenta a un entorno económico y político complejo en el que la incertidumbre y la volatilidad serán las principales características. Sin embargo, la profunda integración de México en las cadenas de suministro globales y la potencial cooperación con Estados Unidos ofrecen razones para el optimismo a mediano plazo.