La creciente demanda por dispositivos electrónicos inteligentes y la aceleración de la digitalización en todos los sectores de la economía han catapultado a los semiconductores a un papel protagónico en el siglo XXI. Estos diminutos componentes electrónicos, presentes en prácticamente todos los dispositivos que utilizamos a diario, son el motor que impulsa la innovación y el crecimiento económico a nivel global.
Sin embargo, la pandemia de COVID-19 expuso la fragilidad de las cadenas de suministro globales de semiconductores, generando una escasez que paralizó diversas industrias. Esta crisis evidenció la necesidad de diversificar la producción y reducir la dependencia de unos pocos actores clave.
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México, tradicionalmente conocido por su participación en la manufactura de productos electrónicos, tiene la oportunidad de convertirse en un jugador clave en la cadena de valor de los semiconductores. Si bien el país ha destacado en actividades de ensamblaje y prueba, existe un gran potencial para desarrollar capacidades en áreas de mayor valor agregado, como el diseño, la investigación y el desarrollo de nuevos materiales y procesos.
Ventajas Competitivas de México:
- Ubicación geográfica: La cercanía con Estados Unidos y su acceso a un mercado de consumo masivo lo posicionan como un destino atractivo para las inversiones en el sector.
- Mano de obra calificada: México cuenta con una fuerza laboral joven y capacitada, con un creciente número de ingenieros y técnicos especializados.
- Acuerdos comerciales: Los tratados de libre comercio que México ha suscrito con diversos países facilitan el acceso a mercados globales y reducen los costos de producción.
- Incentivos gubernamentales: Los programas de promoción de la inversión y los incentivos fiscales pueden atraer a empresas multinacionales a establecer operaciones en el país.
A pesar de estas ventajas, México enfrenta desafíos importantes para consolidarse como un actor relevante en la industria de los semiconductores:
- Infraestructura: La necesidad de invertir en infraestructura energética, logística y de telecomunicaciones para atender las demandas de una industria altamente tecnificada.
- Investigación y desarrollo: La importancia de fomentar la investigación y el desarrollo en universidades y centros de investigación para generar conocimiento y desarrollar tecnologías propias.
- Cadena de suministro local: La necesidad de fortalecer la cadena de suministro local, desarrollando proveedores de insumos y servicios especializados para la industria de los semiconductores.
La Colaboración México-Estados Unidos: Un Eje Estratégico
La Ley de Chips de Estados Unidos ha generado un impulso significativo para la relocalización de la producción de semiconductores en América del Norte. México, gracias a su cercanía geográfica y su base industrial, se presenta como un socio estratégico para Estados Unidos en esta iniciativa.
La colaboración entre ambos países puede generar sinergias y acelerar el desarrollo de la industria de los semiconductores en la región. Algunas áreas de cooperación incluyen:
- Investigación conjunta: Fomentar la colaboración entre universidades y centros de investigación de ambos países para desarrollar nuevas tecnologías y soluciones innovadoras.
- Creación de clústeres tecnológicos: Promover la creación de clústeres de semiconductores en regiones estratégicas de México y Estados Unidos para fomentar la innovación y la colaboración entre empresas y universidades.
- Desarrollo de talento: Implementar programas de capacitación y formación de talento humano para satisfacer las demandas de la industria.
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La industria de los semiconductores representa una oportunidad única para que México diversifique su economía, genere empleos de alta calidad y se posicione como un jugador clave en la cadena de valor global. Sin embargo, para aprovechar este potencial es necesario adoptar una estrategia a largo plazo que involucre al gobierno, el sector privado y la academia.