México necesita más de 400 mil millones de dólares en inversión en infraestructura para aprovechar al máximo la oportunidad del ‘nearshoring’, la relocalización de las manufacturas, según estimaciones del gobierno mexicano y la consultora McKinsey.
El subsecretario de Transportes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Rogelio Jiménez Pons, detalló en un conversatorio virtual del Colegio de Ingenieros Civiles de México que esta inversión se destinaría a diversos sectores:
Agua para uso industrial: Se estima que la demanda aumentará entre un 34% y un 54% en los próximos ocho años, requiriendo inversiones de hasta 27 mil millones de dólares.
Energía: La generación de electricidad debe incrementarse hasta en un 53%, lo que implicaría inversiones en el sector eléctrico mexicano por hasta 79 mil millones de dólares.
Transporte: Se necesitan inyecciones de capital de hasta 250 mil millones de dólares para mejorar el sistema de transporte en el país.
Parques industriales: Se prevé una inversión de 48 mil millones de dólares para la construcción de nuevos parques industriales.
Urbanismo: Se requiere una inversión creciente en vivienda y servicios para atender la demanda generada por el ‘nearshoring’.
Jiménez Pons también señaló que México podría beneficiarse de hasta 520 mil millones de dólares en inversión extranjera directa (IED) industrial para 2032 si aprovecha al máximo el ‘nearshoring’, fenómeno que se estima durará hasta siete años.
México necesita más de 400 mil millones de dólares en inversión en infraestructura
El funcionario destacó la importancia de un modelo de inversión mixta en el que el gobierno mexicano colabore con el sector privado para desarrollar e invertir en la infraestructura necesaria.
Uno de los principales retos para México es reducir sus costos logísticos, que actualmente son el doble que los de sus socios en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
«Es un tema real, es un tema en el que estamos teniendo serias deficiencias en nuestro sistema logístico», afirmó Jiménez Pons. «Creo que la gran oportunidad está precisamente en mejorar todo el sistema logístico que tenemos en nuestra actualidad».
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Otro desafío es la construcción de infraestructura transfronteriza en el norte de México, la cual requiere de una «compleja gestión» en Estados Unidos que involucra la firma del presidente estadounidense y podría tardar hasta 10 años.
«Se debe de buscar que el nearshoring esté en la agenda bilateral de manera prioritaria, hoy no lo está», expuso Jiménez Pons.
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México tiene una gran oportunidad de beneficiarse del ‘nearshoring’, pero para ello necesita invertir de manera significativa en infraestructura y mejorar su sistema logístico.
