El tercer trimestre de 2024 ha marcado un hito en la trayectoria económica de México. Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) experimentó un crecimiento anual del 1.6% y un aumento trimestral del 1.1%, superando las expectativas iniciales. Este sólido desempeño, el más robusto desde el segundo trimestre de 2022, ha generado un optimismo cauteloso sobre la salud de la economía mexicana.
¿Qué Sectores Impulsaron Este Crecimiento?
La diversificación económica de México se hizo evidente en este trimestre, con múltiples sectores contribuyendo al crecimiento general.
- Sector Primario: A pesar de representar una porción relativamente pequeña del PIB, el sector primario, que incluye la agricultura, ganadería y pesca, registró un sorprendente crecimiento del 4.9% a tasa trimestral, su mejor desempeño en años.
- Sector Secundario: El sector secundario, compuesto principalmente por la industria manufacturera, experimentó un crecimiento del 1.3%, impulsado en gran medida por la demanda global de productos mexicanos.
- Sector Terciario: El sector servicios, que representa la mayor parte del PIB, creció un 1.1% a tasa trimestral, en línea con el crecimiento general. Este desempeño fue impulsado por un fuerte consumo interno, respaldado por un aumento en los salarios y el empleo formal.
Exportaciones y Consumo: Los Motores del Crecimiento
Dos factores clave explican este sólido desempeño económico:
- Exportaciones: Las exportaciones no petroleras aumentaron un 5.5% anual, con las exportaciones manufactureras creciendo un 5.2%. La creciente demanda global, especialmente de Estados Unidos, ha sido un motor importante para este crecimiento.
- Consumo Interno: El aumento del 6.2% en los salarios reales, impulsado por un mayor empleo formal, ha estimulado el consumo interno, convirtiéndolo en un pilar fundamental de la economía mexicana.
Si bien los resultados del tercer trimestre son alentadores, es poco probable que la economía mexicana cierre el año con un crecimiento superior al 1.5%. Para alcanzar el objetivo del gobierno de un crecimiento del 2%, el PIB tendría que expandirse un 3.5% en el cuarto trimestre, lo cual se considera poco probable.
Los analistas económicos estiman que el crecimiento anual se situará alrededor del 1.4%, un desempeño moderado pero en línea con las condiciones económicas globales y los desafíos internos que enfrenta México.
El desempeño económico de México en 2025 dependerá en gran medida de los siguientes factores:
- Consumo Interno: La continuidad del crecimiento en el empleo y los salarios será crucial para mantener el dinamismo del consumo interno.
- Exportaciones: Las políticas comerciales de Estados Unidos, especialmente en relación con los aranceles, tendrán un impacto significativo en las exportaciones mexicanas.
- Inversión: La capacidad de atraer inversión extranjera directa será fundamental para impulsar el crecimiento a largo plazo.
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Si bien México ha demostrado una notable capacidad de recuperación, persisten desafíos que podrían afectar su trayectoria económica. La incertidumbre política, las tensiones comerciales globales y la volatilidad de los mercados financieros son algunos de los factores que podrían frenar el crecimiento.
Sin embargo, México también cuenta con importantes oportunidades, como su posición geográfica estratégica, su fuerza laboral calificada y la creciente demanda global de productos manufacturados.
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El tercer trimestre de 2024 ha sido un periodo de crecimiento sólido para la economía mexicana. Sin embargo, es fundamental mantener una visión a largo plazo y abordar los desafíos que se presenten. Con una gestión económica prudente y una mayor inversión en infraestructura y capital humano, México puede consolidar su posición como una de las economías más dinámicas de América Latina.