Fitch mantiene la calificación crediticia de México en BBB- con perspectiva estable: análisis a profundidad. Fitch Ratings, una de las calificadoras de riesgo más importantes del mundo, ha decidido mantener la calificación crediticia de México en BBB-, con perspectiva estable. Esta decisión se basa en varios factores, tanto positivos como negativos, que vale la pena analizar en detalle.
Fitch mantiene la calificación crediticia de México
Marco de política macroeconómica prudente: Fitch reconoce que México cuenta con un marco de política macroeconómica sólido y consistente, lo que ayuda a mantener la estabilidad económica del país.
Finanzas públicas estables: Las finanzas públicas de México se encuentran en una situación estable, con un nivel de deuda pública que se mantiene por debajo de la mediana de los países con calificación BBB-.
Relación deuda/PIB sostenible: Se espera que la relación deuda/PIB de México se mantenga por debajo de la mediana de los países con calificación BBB-, lo que indica que el gobierno tiene la capacidad de pagar sus deudas.
Soporte continuo a Pemex: Fitch espera que el gobierno mexicano continúe brindando apoyo financiero a Pemex, la petrolera estatal, lo que ayudará a la empresa a cumplir con sus obligaciones.
Oportunidades del : Fitch ve el nearshoring, la reubicación de la producción de los Estados Unidos a México, como una oportunidad para que México incremente su participación en la cadena de suministro global y diversifique su base manufacturera.
Aspectos negativos:
Débiles indicadores de gobernabilidad: La calificación de México se ve limitada por sus débiles indicadores de gobernabilidad, que se encuentran por debajo del promedio de los países con calificación BBB-.
Historial de crecimiento moderado: El historial de crecimiento económico a largo plazo de México ha sido moderado, lo que preocupa a Fitch.
Riesgos fiscales relacionados con Pemex: Los pasivos contingentes de Pemex, junto con la creciente rigidez presupuestaria, representan un riesgo fiscal para el gobierno mexicano.
Reformas propuestas por la actual administración: Las reformas propuestas por la actual administración al Poder Judicial podrían afectar negativamente el perfil institucional de México, aunque aún es demasiado pronto para evaluar su impacto potencial.
Ampliación del déficit fiscal: Se espera que el déficit fiscal de México aumente en 2024 y 2025, lo que podría generar preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
Incertidumbre sobre la reducción del déficit: Existe incertidumbre sobre cómo y cuándo el gobierno mexicano logrará reducir el déficit fiscal a niveles consistentes con la trayectoria de la deuda respecto al PIB.
Falta de claridad sobre la reforma fiscal: No hay claridad sobre la disposición política para una reforma fiscal que mejore la recaudación de impuestos, lo que podría afectar la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones.
Desaceleración del crecimiento económico: Se espera que la economía mexicana se desacelere en 2024 y 2025, lo que podría afectar negativamente las perspectivas fiscales del país.
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Vulnerabilidad a las elecciones en Estados Unidos: Las elecciones en Estados Unidos podrían representar un riesgo para México, si el expresidente Trump cumple con su promesa de imponer un arancel universal del 10% a todas las importaciones provenientes de México.
Dependencia de las exportaciones a Estados Unidos: México es altamente dependiente de las exportaciones a Estados Unidos, lo que lo hace vulnerable a las tensiones comerciales.
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La calificación crediticia de México de BBB- con perspectiva estable refleja una mezcla de factores positivos y negativos. Si bien el país cuenta con un marco de política macroeconómica prudente y finanzas públicas estables, existen preocupaciones sobre la débil gobernabilidad, el historial de crecimiento moderado y los riesgos fiscales relacionados con Pemex. Las reformas propuestas por la actual administración, la ampliación del déficit fiscal y la incertidumbre sobre la reducción del déficit también son motivo de preocupación. La desaceleración esperada del crecimiento económico, la vulnerabilidad a las elecciones en Estados Unidos y la dependencia de las exportaciones a Estados Unidos también son factores a considerar.