La incertidumbre se cierne sobre la economía mexicana en 2025, según una reciente encuesta realizada por KPMG. Los empresarios mexicanos, en su mayoría, vislumbran un escenario de estancamiento económico, marcado por una serie de factores internos y externos que generan inquietud en el sector empresarial.
El año 2025 se presenta como un año de grandes desafíos para la economía mexicana. Cerca del 60% de los casi 700 ejecutivos encuestados por KPMG prevén que la actividad económica se estancará, mientras que un preocupante 24% anticipa una recesión.
La inflación se erige como otro de los principales factores de preocupación para los empresarios. El aumento del salario mínimo, fijado en un 12% para este año, y la posible reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales podrían ejercer una presión al alza sobre los costos laborales, lo que a su vez podría generar presiones inflacionarias.
La sombra de las tensiones comerciales
Las tensiones comerciales a nivel global también contribuyen a generar un clima de incertidumbre en México. Las amenazas arancelarias por parte del gobierno estadounidense, así como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, han generado una mayor volatilidad en los mercados y han afectado la confianza de los inversionistas.
La relación comercial entre México y Estados Unidos es de vital importancia para ambos países. México es el principal socio comercial de Estados Unidos, y cualquier perturbación en esta relación tendría un impacto significativo en ambas economías.
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A pesar de las dificultades, el Banco de México mantiene una proyección de crecimiento económico del 1.2% para 2025, ligeramente inferior al 1.8% estimado para 2024. Sin embargo, esta proyección se encuentra sujeta a un alto grado de incertidumbre, dado el complejo panorama económico global y las políticas económicas internas.
Ricardo Delfín, de KPMG, destacó la necesidad de que las empresas mexicanas se adapten a un entorno cada vez más complejo y volátil. «Tenemos que aprender a vivir y adaptarnos a mundos disruptivos y complejos», afirmó Delfín.
¿Qué implica este escenario para México?
El estancamiento económico previsto para 2025 podría tener diversas consecuencias para México, entre las que destacan:
- Mayor desempleo: El crecimiento económico débil podría limitar la generación de nuevos empleos, lo que a su vez podría aumentar las tasas de desempleo.
- Aumento de la pobreza: El estancamiento económico podría afectar los ingresos de las familias mexicanas, lo que podría conducir a un aumento de los niveles de pobreza.
- Dificultades para las empresas: Las empresas mexicanas podrían enfrentar mayores dificultades para acceder al financiamiento y para expandir sus operaciones.
- Mayor desigualdad: El crecimiento económico desigual podría exacerbar las desigualdades existentes en la sociedad mexicana.
¿Qué se puede hacer?
Para enfrentar este escenario complejo, es necesario que el gobierno mexicano y el sector privado trabajen de manera conjunta para impulsar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. Algunas de las medidas que podrían implementarse incluyen:
- Fortalecer el estado de derecho: Un marco legal sólido y estable es fundamental para atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico.
- Promover la inversión: Es necesario implementar políticas públicas que incentiven la inversión privada, tanto nacional como extranjera.
- Fomentar la innovación: La innovación es clave para aumentar la productividad y generar nuevos empleos.
- Diversificar la economía: Reducir la dependencia de un solo sector económico, como el manufacturero, es fundamental para hacer frente a los shocks externos.
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El futuro de la economía mexicana está lleno de incertidumbres. Sin embargo, es importante mantener una visión a largo plazo y trabajar de manera conjunta para construir un futuro más próspero para todos los mexicanos.