Llega un momento en nuestra carrera laboral en la que nos fijamos mucho más en nuestro futuro financiero, principalmente en nuestra Afore. Contar con una estrategia adecuada a nuestros requerimientos y necesidades es fundamental, por lo que es clave poder tener la opción de optimizar los ahorros y maximizar los rendimientos.
Sin embargo, el tema del cambio de afore no siempre es sencillo, con un fantasma de miedo rondando en el ambiente. Pero nada más alejado de la realidad, y en este artículo lo comprobaremos.
Los conceptos básicos para considerar el Cambio de Afore
Comencemos con las Administradoras de Fondos para el Retiro, instituciones financieras que en México están encargadas de llevar las cuentas individuales de los trabajadores, pero también de gestionar los fondos de pensiones.
Existen muchas opciones, por lo que podemos encontrar alguna mejor de la que tenemos, y para eso hay que disipar las dudas de cómo cambiar de Afore. En palabras sencillas, esto significa transferir tus ahorros de una administradora a otra, en la que has encontrado mejores condiciones, rendimientos, servicios más atractivos y menores comisiones. Siempre hay que revisar que estén inscritas en la CONSAR y reguladas por la CONDUSEF.
Un trámite más sencillo de lo que aparenta
Lo único que se tiene que hacer es acudir a la institución a la que quieres cambiar, o solicitar el cambio en línea con la aplicación de la institución elegida. Eso sí, antes deberás cumplir los requisitos para poder aplicar, como el no haber cambiado de Afore en el último año, y contar con tu Expediente de Identificación completo y actualizado.
Este documento digital es en donde se archivan los datos personales, la información biométrica con tu firma manuscrita, la fotografía y las huellas dactilares, además de los documentos completos de la cuenta, incluidos tus beneficiarios.
El plazo máximo para concluir el proceso de cambio una vez hecho el trámite, suele ser de 20 días. Y listo, eso es todo.
Los rendimientos, un factor de suma importancia
Cuando estamos evaluando las opciones, este dato es crucial para medir la efectividad de un Afore, porque representan las ganancias generadas por la inversión de tus fondos. Los rendimientos consistentemente altos se encargan de aumentar considerablemente el valor de tus ahorros en el largo plazo.
Los beneficios suelen ser significativos, como el crecimiento acumulativo, donde se gana también sobre los intereses acumulados, lo que termina en un monto mayor para la jubilación, que va de la mano con una protección contra la inflación efectiva. Esto es porque, a medida que los precios suben, los ahorros también crecen, manteniendo el poder adquisitivo a lo largo del tiempo.
¿Cómo saber qué Afore es la mejor para mí?
La mejor decisión es la que se toma con información, así que se deben tomar en cuenta algunos factores a la hora de elegir el cambio de Afore.
Lo primero es comparar los Rendimientos Históricos, información que se encuentra en la CONSAR. Luego, las Comisiones, que deben tener un buen equilibrio entre rendimientos y costos. Lo siguiente son los Servicios y Beneficios adicionales, como asesorías financieras, respaldo 24/7, herramientas en línea y atención al cliente. Y, por último, conocer el perfil de inversión de la administradora, siendo las mejores opciones las que trabajan con una estrategia alineada a tus objetivos y tu tolerancia al riesgo.
Hacer el cambio a un Afore con mejores rendimientos significa un impacto positivo en el futuro financiero, para poder disfrutar de una jubilación más cómoda, pero también más segura.