Despegue económico: 6 estados mexicanos aceleran su actividad. El reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) revela una marcada disparidad en el desempeño económico de las entidades federativas de México durante el segundo trimestre de 2024.
Oaxaca y Durango lideran el crecimiento, mientras que Tabasco y Campeche se rezagan
Si bien 22 entidades lograron expandir su actividad económica, seis destacaron por sus mayores tasas de crecimiento: Oaxaca (5.1%), Durango (3.8%), Coahuila y Baja California (ambas con 3.5%), y Guerrero (2.8%). Por otro lado, Tabasco (-3.3%), Campeche (-3.2%), Hidalgo (-2.5%), Sinaloa (-1.4%) y la Ciudad de México (-0.7%) experimentaron contracciones en su actividad económica.
A nivel anual, el panorama es similar: Durango (7.7%), Colima (6.8%), Oaxaca (6.0%), Quintana Roo (5.9%), Yucatán (4.1%) y Zacatecas (4.1%) lideran el crecimiento a tasa anual. En contraste, Tabasco (-9.0%), Campeche (-7.2%) y Hidalgo (-1.5%) registraron las mayores caídas.
Desglose por sectores:
- Agropecuario: 14 entidades incrementaron su actividad agropecuaria, destacando Baja California (19.0%), Nayarit (11.7%), Puebla y Morelos (5.4%).
- Industrial: 24 entidades avanzaron en su actividad industrial, con Quintana Roo (21.8%), Durango (17.7%) y Oaxaca (14.7%) a la cabeza.
- Servicios: Todas las entidades reportaron crecimiento en el sector servicios, siendo Aguascalientes (7.3%), Colima (6.5%), Baja California Sur (6.1%), Zacatecas (5.7%) y Yucatán (4.4%) las más dinámicas.
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¿Qué factores explican estas disparidades?
El economista Julio A. Santaella, expresidente del INEGI, señala que entidades como Nuevo León, Estado de México, Ciudad de México y Guanajuato han sido motores clave del crecimiento económico nacional. Sin embargo, la dependencia de ciertos sectores económicos, la infraestructura, las políticas públicas y otros factores locales pueden influir significativamente en el desempeño de cada entidad.
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Las disparidades económicas entre las entidades federativas representan un desafío para el desarrollo nacional. Es fundamental que las autoridades implementen políticas públicas que promuevan la inversión, la generación de empleo y el crecimiento económico en las regiones más rezagadas. Además, es necesario fortalecer la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno para garantizar una distribución más equitativa de los recursos.
