El lunes 28 de abril de 2025, el sector de comercio electrónico en España vivió uno de sus días más oscuros en los últimos años. Según un estudio elaborado por Logistix en colaboración con FITstore, más de 40 compañías del ámbito digital evidenciaron una caída de hasta el 71% en sus ventas en apenas diez horas de indisponibilidad. La magnitud de las pérdidas es significativa: en ese breve período, las pérdidas en facturación superaron los 400.000 euros solo en ese segmento.
¿Qué sucedió exactamente? La caída en el tráfico digital fue estruendosa, registrándose una disminución del 89% en la navegación en plataformas de comercio electrónico. Desde problemas en sistemas de pago, pasarelas y redes logísticas, hasta la imposibilidad de acceder a las webs, los efectos fueron generalizados.
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Luis Cañada, CEO de FITstore, explica que “la naturaleza de este apagón ha ido mucho más allá de una simple interrupción técnica; ha generado un impacto psicológico que afecta la confianza del consumidor, quien, ante causas externas, empieza a cuestionar la fiabilidad del sistema y la seguridad de sus compras”.
Efectos a corto y largo plazo en el negocio digital
La consecuencia más inmediata fue la paralización de las operaciones logísticas. Muchas empresas se enfrentaron a retrasos en los envíos, cancelaciones de pedidos y, en consecuencia, una caída en las ventas futuras y en la percepción de fiabilidad ante los clientes.
Cañada señala que, “aunque los almacenes funcionaron con normalidad, la recuperación de toda la red logística en el entorno nacional se ha convertido en un proceso complicado y no ha sido sincrónico en todas las zonas del país”. La intermitencia en la reactivación de los sistemas dejó a muchas empresas en un limbo, generando incertidumbre y confusión en los consumidores.
Otra variable a considerar fue la coincidencia de este apagón con el puente del Día del Trabajador y el inicio del mes de mayo. Tradicionalmente, estos períodos suelen ser momentos de auge en las ventas online, ya que las familias aprovechan sus salarios para realizar compras importantes. Sin embargo, en esta ocasión, los efectos del incidente provocaron que las expectativas de recuperación y crecimiento se vieron severamente afectadas.
Cañada comenta que “el sector en general había experimentado un abril negativo, y esta crisis adicional amenaza con ralentizar la recuperación habitual en las primeras semanas de mes”. La desconfianza generada puede extenderse durante días o semanas, afectando las estrategias de ventas y marketing.
La repercusión internacional: caídas y daños en la imagen
Aunque el impacto fue mayor en España, las empresas españolas también enfrentaron efectos en sus operaciones internacionales. La afectación en las cadenas logísticas internacionales reportadas por las firmas analizadas fue próxima al 10%. Esto, en términos prácticos, se traduce en retrasos en los envíos hacia otros países y una posible pérdida de confianza en la imagen de marca del ecommerce español en el exterior.
Luis Cañada señala que “estas interrupciones, aunque menores en porcentaje, dañan la reputación y la percepción del mercado internacional sobre la fiabilidad del modelo logístico español”. La persistente fragilidad del sistema energético y digital ha puesto de manifiesto vulnerabilidades estructurales en la infraestructura nacional.
¿Cuál es la causa de este apagón y cuáles son sus riesgos futuros?
Hasta ahora, las causas oficiales del apagón aún no han sido divulgadas, tanto por el gobierno como por los operadores de red. Sin embargo, las asociaciones del sector han reaccionado con urgencia, solicitando investigaciones inmediatas y medidas para fortalecer la infraestructura tecnológica frente a incidentes similares.
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La incertidumbre y las lecciones para el futuro
Desde las instituciones y las organizaciones del sector se exige una investigación profunda y urgentemente medidas para fortalecer la infraestructura tecnológica y energética del país. La dependencia masiva de sistemas digitales requiere que los responsables implementen planes de contingencia robustos y protocolos de recuperación rápida ante fallos similares.
Este incidente evidencia que la transformación digital, aunque imprescindible, también trae desafíos significativos en cuanto a la seguridad y la resiliencia del ecosistema empresarial.
¿Qué nos enseña esta crisis? La principal lección es que la innovación tecnológica debe ir acompañada de mecanismos que permitan a las empresas y al sector en general, resistir y recuperarse rápidamente ante incidentes imprevistos. La confianza en la digitalización no puede depender solo de la estabilidad técnica, sino también de la preparación y resiliencia ante crisis.
