La décimo cuarta edición del ranking de empresas más valoradas en términos de ESG (Environmental, Social, and Governance) elaborado por Merco ha puesto de relieve el compromiso creciente de los retailers hacia prácticas sostenibles y socialmente responsables. Este informe no solo contabiliza las acciones implementadas por las empresas, sino que también evalúa la percepción del público sobre estas prácticas, estableciendo una conexión vital entre la reputación corporativa y el compromiso ético. En esta edición, el Grupo Social ONCE se posiciona en el primer lugar, una marca de distinción que subraya la efectividad de su enfoque hacia la responsabilidad social y el bienestar comunitario. Les siguen en este prestigioso ranking **Inditex** y **Ikea**, que ocupan el segundo y tercer puestos respectivamente, consolidándose como referentes en sostenibilidad dentro del competitivo mundo de la venta minorista.
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Este ranking también incluye a Mercadona, que se posiciona en el cuarto lugar, seguido de Mapfre, Mahou San Miguel, Caixa Bank, Mutua Madrileña, Iberdrola y Leroy Merlin, que cierra el top 10. La inclusión de empresas de diversos sectores resalta la importancia cada vez mayor de la responsabilidad social en la estrategia empresarial contemporánea. Desde la alimentación hasta el sector energético, se evidencia un compromiso por generar un impacto positivo en la sociedad. Esta tendencia no solo responde a las expectativas éticas de los consumidores modernos, sino que también refleja un cambio profundo en la manera en que las empresas tradicionales gestionan su relación con el entorno social y ambiental en el que operan.
En el ámbito de la ética y la gobernanza, el Grupo Social ONCE se afirma nuevamente en la cúspide, reforzando su reputación como un modelo a seguir en la responsabilidad social corporativa. Inditex, conocido mundialmente por su enfoque en la moda rápida, ha conseguido transformar su imagen mediante esfuerzos significativos en sostenibilidad y políticas laborales más responsables, lo que le ha valido la segunda posición en este ranking. A su vez, Mapfre ha ganado protagonismo, ocupando el tercer puesto en responsabilidad ética, lo que sugiere que las empresas aseguradoras también están tomando medidas para mejorar sus prácticas en cuanto a gobernanza y responsabilidad social, contrarrestando la percepción negativa que a veces rodea a este sector.
El ranking de Merco combina la evaluación de diferentes grupos de interés, lo cual permite obtener una perspectiva más completa y matizada. En esta edición, el 49% de los participantes fueron expertos en sostenibilidad y responsabilidad corporativa, mientras que un 21% corresponde a directivos de empresas. El resto de las valoraciones proviene de trabajadores y consumidores, lo que proporciona un marco inclusivo y representativo del impacto real de las políticas ESG en distintos niveles. Esto resulta fundamental para entender cómo las percepciones del público pueden influir en las decisiones de las empresas, y a su vez, cómo estas decisiones pueden revertir en la mejora de la reputación empresarial.
Un aspecto significativo del informe es la evolución de la percepción relacionada con la ética y la responsabilidad empresarial. A pesar de que en el pasado la ética fue considerada una debilidad importante, este año ha mostrado un aumento en la percepción positiva, pasando del 13,9% en los tiempos de pandemia (2020) al 15% en 2024. Esta mejora sugiere que, aunque todavía hay un largo camino por recorrer, las empresas están comenzando a ver el valor en establecer prácticas más responsables y sostenibles. Es un indicativo de que la presión pública, junto con un cambio en las prioridades de los consumidores y empleados, está llevando a las organizaciones a actuar con mayor cautela y cuidado en sus operaciones.
Desde la perspectiva de los trabajadores, las estadísticas revelan un panorama alentador. Los datos muestran que la satisfacción laboral está en aumento, con un 80% de los empleados reportando un sentimiento de orgullo por trabajar en sus respectivas compañías. Este dato es relevante, ya que una fuerza laboral motivada y satisfecha es crucial para la productividad y la sostenibilidad a largo plazo de una empresa. Asimismo, el índice de conciliación ha ascendido del 6,72% en 2011 al 7,79% en 2024, evidenciando que las políticas de equilibrio entre la vida laboral y personal están siendo mejoradas y más valoradas por las empresas.
En términos de igualdad y diversidad, la implementación de políticas que fomenten la diversidad ha logrado llegar a un 8,42%. Este avance no solo es un signo de progreso en la lucha por la inclusión, sino que también refleja la necesidad empresarial de contar con equipos diversos y representativos que generen diferentes perspectivas. Las empresas están comenzando a valorar no solo el talento femenino, sino también el talento senior, el de personas con discapacidad, y otras minorías que históricamente han sido marginadas en el entorno laboral.
La experiencia del consumidor también se ha visto mejorada, con seis de cada diez consumidores manifestando un alto grado de satisfacción con las empresas en las que interactúan. Los factores que impulsan esta satisfacción suelen estar ligados a la transparencia y la honestidad que las marcas exhiben en sus operaciones. Este cambio en la percepción del consumidor es vital, ya que evidencia que las prácticas ESG bien implementadas no solo crean valor para la comunidad y el medio ambiente, sino que también son ventajas competitivas en un mercado donde cada vez más se priorizan estas características en la toma de decisiones de compra.
La evolución de las empresas hacia estándares más altos de responsabilidad social y ambiental no se limita a los esfuerzos internos; también se trata de cómo estas empresas interactúan y contribuyen al bienestar de las comunidades que las rodean. Por ejemplo, en el ámbito de la alimentación, Nestlé ha sido reconocida como un actor responsable, demostrando que incluso aquellas empresas en sectores desafiantes pueden dar pasos significativos hacia la sostenibilidad. En el sector bancario, Caixa Bank ha buscado implementar prácticas que no solo favorecen la rentabilidad, sino que también respaldan el desarrollo sostenible.
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En conjunto, los resultados del ranking de Merco en 2024 insinuan un cambio profundo en la mentalidad empresarial, donde las compañías están cada vez más dispuestas a actuar con un sentido de propósito, más allá de la búsqueda de lucro. Este fenómeno se asocia con una milla adicional en el camino hacia la sostenibilidad, reflejando el reconocimiento de que los resultados a largo plazo dependen de la creación de valor social y ambiental. El avance hacia una mayor transparencia, gobernanza ética y responsabilidad medioambiental es fundamental para el futuro de las empresas, donde el éxito será medido no solo por métricas financieras, sino también por su impacto positivo en la sociedad y el planeta.