El reciente estudio de Factorial ha puesto de manifiesto que muchas pequeñas y medianas empresas (PYMEs) españolas están comenzando a adentrarse en el mundo de la inteligencia artificial (IA), pero aún no están aprovechando todo su potencial. A pesar de que el 70,7% de estas empresas reconoce que la IA podría liberarles de tareas repetitivas y permitirles centrarse en funciones más estratégicas, solo un 37,3% la utiliza para análisis de datos y evaluaciones de desempeño, un 24,7% en la selección de candidatos y un 13,3% para la gestión de documentos y contratos. Este desajuste entre el reconocimiento del valor de la IA y su utilización práctica se debe en gran medida a barreras relacionadas con la falta de formación e integración en el día a día de las operaciones de las empresas.
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El estudio revela que la escasez de capacitación en el uso de la IA es un bloqueo significativo para su adopción en las PYMEs. Aunque el 51,3% de los encuestados se muestra favorable al uso de la IA para automatizar procesos, a condición de que haya supervisión humana, solo un 19,8% de los líderes de estas organizaciones ha proporcionado a sus empleados la formación necesaria para utilizar adecuadamente estas herramientas. Esta falta de educación y capacitación genera desconfianza y limita la aplicación práctica de la IA, lo que puede conducir a una infrautilización de sus capacidades. El CEO de Factorial, Jordi Romero, enfatiza la necesidad de que las PYMEs superen estas barreras y adopten la IA como una aliada, en lugar de considerarla una amenaza.
Además de los beneficios en la eficiencia operativa, la adopción de la IA puede tener un impacto profundo en el bienestar de los empleados. El estudio destaca que aproximadamente tres cuartas partes de los trabajadores experimentan estrés laboral, lo que afecta su descanso y su productividad. Algunos actores clave en el sector empresarial se están dando cuenta de que la IA no solo incrementa la productividad, sino que también mejora la calidad de vida laboral al permitir una mejor gestión del tiempo y la carga de trabajo. Esto es particularmente relevante considerando que las herramientas de IA pueden analizar datos sobre el bienestar de los empleados, permitiendo predecir quiénes podrían estar en riesgo de experimentar burnout y rotación de personal. Las empresas que implementan estas tecnologías para gestionar el bienestar laboral han informado de una reducción del 15% en la rotación de empleados, junto con aumentos en la productividad.
El estudio también apunta a cómo la IA facilita un mejor «match» cultural entre las empresas y sus empleados. Gracias a su capacidad para analizar cientos de currículums en minutos, la IA permite a las empresas identificar candidatos idóneos y predecir su rendimiento futuro, lo que se traduce en elecciones de personal más acertadas. Soluciones como las que ofrece Factorial están configuradas para filtrar candidatos y medir la compatibilidad cultural, asegurando que las contrataciones sean alineadas con la visión de la empresa y sus valores.
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Aunque las PYMEs españolas están comenzando a explorar el uso de la inteligencia artificial, muchos aún están lejos de maximizar su potencial. La falta de formación y la integración insuficiente de estas tecnologías en las operaciones diarias impiden a las empresas cosechar todos los beneficios que podrían derivarse de la automatización y optimización de procesos. Con la IA mostrando un potencial tan considerable para mejorar la productividad y el bienestar laboral, es crucial que las PYMEs inviertan en capacitación y desarrollo para utilizar adecuadamente estas herramientas. Solo de este modo podrán no solo mejorar su competitividad en el mercado, sino también ofrecer un entorno de trabajo más saludable y eficiente para sus empleados.