La industria de la moda en España ha cerrado el año 2024 con un balance desigual, caracterizado por caídas en el empleo, la producción y la facturación. A pesar de las dificultades enfrentadas por el sector, como evidencia de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Seguridad Social, los precios y las exportaciones han mantenido una tendencia al alza. El contexto económico desafiante ha impactado severamente a la industria textil, de confección y del cuero y calzado, que ha experimentado un descenso constante en su producción y empleo a lo largo del año, marcando así una etapa complicada para un sector que es clave en la economía nacional.
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El Índice de Cifra de Negocios (ICN) del sector de la moda ha presentado un debilitamiento significativo, registrando una caída del 2,5% en los primeros once meses de 2024 en comparación con el año anterior. Este descenso sostiene la tendencia negativa observada desde hace ocho meses, con el segmento del cuero y calzado enfrentando la caída más pronunciada al experimentar una reducción acumulada de hasta un 6,1%. En contraste, el segmento de confección se ha mantenido relativamente fuerte, cerrando el año con un aumento del 5,9% en su cifra de negocio, destacándose por las subidas notables en diciembre, un periodo crítico para el consumo en la moda.
Por otro lado, la producción también se ha visto afectada, con una caída total del Índice de Producción Industrial (IPI) del textil del 3,1%. A pesar de un pequeño repunte en diciembre, donde el IPI del textil creció un 1,9%, el balance anual sigue siendo negativo, y el sector de cuero y calzado mostró descensos aún más severos, con una reducción del 8,3%. Las fluctuaciones en la producción dentro de la confección han sido erráticas, reflejando un panorama volátil que resalta la inestabilidad del mercado.
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El empleo no ha escapado a la tendencia negativa, con una reducción del 3% en el total de afiliados a la Seguridad Social en los tres segmentos de la moda, siendo la industria del cuero y el calzado la más afectada, con una disminución del 6,2%. Mientras tanto, los costes laborales han disminuido, lo que sugiere un intento de las empresas por ajustarse a la nueva realidad econômica. No obstante, a pesar del entorno adverso y de la moderación de la inflación, la industria ha visto incrementos en los precios de exportación, impulsando el volumen de comercio exterior, que finalizó el año con un crecimiento del 3% en las exportaciones de moda.