Las ventas de supermercados y autoservicios son superiores al sector ibérico
El sector de la distribución en España y Portugal ha mostrado una evolución notable durante el último año, superando las expectativas y registrando un incremento significativo en sus ventas. Impulsadas por la subida de precios y una demanda sostenida, las ventas globales de hipermercados, supermercados y establecimientos cash&carry alcanzaron los 134.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 8,2% respecto a 2022. Analicemos en detalle las cifras y tendencias que marcan el presente y el futuro de este sector estratégico en la economía ibérica.
En el ámbito de la distribución, España lideró el crecimiento con una facturación total de 112.450 millones de euros en 2023, lo que supone un aumento del 7,7% en comparación con el año anterior. Por su parte, Portugal alcanzó los 21.855 millones de euros, mostrando un crecimiento incluso mayor, del 11,2%, según datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa.
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El segmento de supermercados y autoservicios ha sido el motor principal de este incremento, con un aumento del 8,4% en sus ventas, alcanzando los 107.900 millones de euros en el mercado ibérico. Estos establecimientos han demostrado ser los preferidos por los consumidores, gracias a su cercanía y una oferta que se adapta a las nuevas tendencias de consumo.
Si bien los supermercados y autoservicios han registrado el mayor crecimiento, los hipermercados también mostraron una expansión, aunque a un ritmo más moderado. El volumen de negocio de los hipermercados en España y Portugal se situó en 19.555 millones de euros, lo que representa un incremento del 6,7%. Sin embargo, la tendencia hacia compras de menor volumen y más frecuentes ha favorecido a los formatos de proximidad, lo que ha reducido ligeramente la penetración de los hipermercados en el mercado ibérico.
Por otro lado, los establecimientos cash&carry, que atienden principalmente al sector de la restauración, registraron un aumento significativo en su facturación, alcanzando los 6.850 millones de euros, con un crecimiento del 11,2%. Este repunte se explica por la recuperación del sector de la hostelería y la restauración, que ha experimentado una fuerte demanda tras la pandemia, impulsando las ventas de productos alimentarios y bebidas.
El sector de la distribución en España y Portugal enfrenta un contexto de cambio constante, impulsado por nuevas demandas del consumidor y la adaptación a un entorno económico desafiante. A continuación, exploramos algunas de las tendencias más relevantes que están moldeando el futuro del sector:
Aumento de la oferta de frescos y platos preparados: Los supermercados están ampliando cada vez más su oferta de productos frescos y platos preparados, respondiendo a la demanda de los consumidores por opciones rápidas, saludables y convenientes. La categoría de alimentos frescos ha mostrado un crecimiento constante, y se espera que continúe siendo un pilar fundamental para atraer a los compradores.
Expansión de los establecimientos de proximidad: La preferencia por compras más frecuentes y de menor importe ha favorecido a los formatos de proximidad. Los supermercados de barrio y tiendas discount han ganado cuota de mercado, ofreciendo una experiencia de compra rápida y accesible, lo que se ha visto reforzado por la tendencia hacia estilos de vida más urbanos.
Optimización de la logística y servicios online: Con el auge del comercio electrónico, los supermercados han invertido considerablemente en optimizar su logística para reducir costes y plazos de entrega. Las compras online de alimentos y productos del hogar han aumentado, y las cadenas están mejorando su infraestructura para satisfacer esta creciente demanda, implementando tecnologías avanzadas en sus centros de distribución.
Moderación en el crecimiento de precios: Tras un período de inflación elevada, se espera que el crecimiento de los precios se modere en los próximos meses, lo que podría reducir la presión sobre los márgenes de las cadenas de distribución. Esta desaceleración en la subida de precios beneficiará tanto a los consumidores como a los minoristas, que podrán ajustar sus estrategias de precios para mantener la competitividad.
El incremento de las ventas en supermercados y autoservicios se ha visto impulsado, en gran medida, por la subida de precios debido a la inflación. Aunque esto ha generado un aumento en la facturación total, también ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores, quienes han buscado alternativas para mantener sus hábitos de consumo sin comprometer su presupuesto.
Los datos muestran que, a pesar de la inflación, la demanda de productos básicos y alimentos se ha mantenido robusta, gracias a la recuperación económica en España y Portugal. La mejora del empleo y el incremento del turismo, especialmente en Portugal, han sido factores clave para la sostenida demanda en el sector.
A medida que miramos hacia el futuro, se anticipa que los supermercados y autoservicios continuarán ganando cuota de mercado en la distribución alimentaria ibérica. La tendencia hacia compras más frecuentes y de menor volumen sigue consolidándose, lo que favorece a los establecimientos de proximidad. Además, se espera que las cadenas continúen invirtiendo en tecnología para mejorar la experiencia de compra, tanto online como en tienda.
Una de las áreas de mayor potencial es la de los productos frescos y los platos preparados, que seguirán siendo una prioridad para atraer a los consumidores. Asimismo, la apuesta por la sostenibilidad y el desarrollo de envases reciclables o reutilizables se está convirtiendo en un diferenciador clave para las cadenas que buscan captar a consumidores conscientes del medio ambiente.
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El crecimiento del sector de la distribución en España y Portugal es un indicativo de la fuerte demanda de productos alimentarios y del éxito de los supermercados y autoservicios en adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores. La expansión de los formatos de proximidad, la oferta de productos frescos y preparados, y la optimización logística son tendencias que están configurando un nuevo panorama en el sector.
El desafío para los próximos años será mantener este crecimiento en un contexto de moderación de precios y de competencia creciente, tanto de nuevos actores como de los formatos tradicionales. Las cadenas que logren adaptarse rápidamente a estas dinámicas, ofreciendo una experiencia de compra superior y manteniendo precios competitivos, estarán mejor posicionadas para liderar el mercado ibérico.