La cesta de la compra disminuye un 0,58% pero suben frutas y verduras
En septiembre, el coste de la cesta de la compra registró una disminución del 0,58%, según un análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este dato confirma la tendencia a la baja reflejada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) adelantado para el mismo mes, proporcionando cierto alivio a los hogares españoles tras varios meses de aumento sostenido en los precios de alimentos básicos. El estudio de la OCU recoge la evolución de los precios de 100 productos habituales de alimentación y droguería en ocho grandes cadenas de supermercados de España, ofreciendo una radiografía precisa de la situación actual.
La caída del 0,58% en el coste de la cesta de la compra no se distribuye de manera uniforme entre los diferentes productos. Los mayores descensos de precio se observaron en algunos de los alimentos más esenciales, lo que puede aliviar a los consumidores que han visto cómo sus gastos se disparaban durante los últimos meses. Los productos lácteos y el pescado fueron los más beneficiados por esta bajada de precios, con una reducción del 3% y del 2,9% respectivamente. También se registraron caídas en los alimentos envasados de despensa (-1,23%) y en los productos de carnicería y charcutería (-0,63%).
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Entre los productos con mayores rebajas, destacan el queso fresco, que experimentó una caída del 9,76%, y las patatas fritas onduladas de bolsa, con un descenso del 9,63%. También bajaron de precio productos como la margarina (-6,4%), el chocolate con leche (-6,4%), el pollo entero (-6,1%) y los mejillones frescos (-6%). Estas rebajas resultan significativas, ya que permiten a los consumidores acceder a alimentos de alta demanda a precios más asequibles.
Aumento en frutas y verduras
Sin embargo, no todas las categorías de productos han visto una reducción en su coste. Las frutas y verduras experimentaron un aumento notable de precio, con una subida del 6,59%. Este incremento se suma a la presión que ya ejercen estos productos sobre los presupuestos familiares, ya que forman parte de la dieta diaria de muchas personas. Dentro de este grupo, las ensaladas preparadas son las que más se encarecieron, con un aumento del 16,31%, seguidas por la cebolla tubo (+15,17%), las naranjas (+10,47%), las manzanas (+9,68%), los limones (+7,72%) y los tomates de ensalada (+7,36%).
Este aumento de precios en frutas y verduras refleja una tendencia de fondo que se ha venido manifestando durante todo el año y que ha estado impulsada por factores como las condiciones climáticas adversas, que afectan la producción, y el aumento de los costos de transporte y distribución. Estos factores no solo elevan el precio de estos productos en los supermercados, sino que también dificultan el acceso a una alimentación saludable para las familias con menores ingresos.
Otro grupo de productos que ha visto incrementos en sus precios es el de las bebidas, que subieron un 1,21% en septiembre. Aunque este aumento es menos pronunciado que el de las frutas y verduras, sigue siendo significativo para los consumidores, especialmente en un contexto inflacionario donde cualquier incremento adicional tiene un impacto acumulativo en el presupuesto familiar. Las bebidas no alcohólicas, en particular, han sido el segmento que más ha contribuido a este aumento de precios.
La subida de precios de septiembre no es un fenómeno aislado, sino que se enmarca en una tendencia más amplia de encarecimiento de los alimentos en los últimos años. Según datos de la OCU, los precios de los alimentos han acumulado un incremento del 35,5% en los últimos tres años. Este aumento sostenido ha generado una importante presión sobre los hogares españoles, muchos de los cuales han visto cómo sus ingresos no crecen al mismo ritmo que el coste de la vida.
De acuerdo con un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre 2019 y 2024, la cesta de la compra en España se ha revalorizado un 14% más que los salarios. Este dato sitúa a España en la tercera posición entre los países con mayor brecha entre el aumento de los precios de los alimentos y el incremento de los salarios, lo que pone de manifiesto la dificultad que enfrentan muchas familias para hacer frente a sus gastos diarios.
Reacciones y propuestas de la OCU
Ante esta situación, la OCU ha insistido en la necesidad de tomar medidas urgentes para aliviar el impacto de la inflación en los consumidores. En primer lugar, la organización ha señalado que la subida del IVA prevista para octubre en algunos alimentos llega en un momento inoportuno, ya que podría agravar aún más la situación de las familias más vulnerables.
La OCU también ha instado al Gobierno a aumentar de manera significativa el importe del cheque de 200 euros destinado a familias con ingresos inferiores a 27.000 euros, una medida que se adoptó en 2023 para mitigar los efectos de la inflación. Además, la organización ha solicitado que se amplíe el número de beneficiarios de esta ayuda, elevando los límites de ingresos para que más familias puedan acceder a ella.
Por otro lado, la OCU ha hecho un llamamiento a toda la cadena alimentaria, desde productores hasta distribuidores, para que hagan un esfuerzo combinado y busquen soluciones que permitan reducir los precios de los productos básicos. Esta colaboración sería crucial para mitigar los efectos de la subida de precios en el corto y mediano plazo, mientras se buscan soluciones estructurales que estabilicen el mercado alimentario.
De cara al futuro, las perspectivas para el coste de la cesta de la compra en España siguen siendo inciertas. Si bien se espera que algunos productos continúen registrando bajadas de precio, como ha sido el caso de los lácteos y el pescado en septiembre, otros grupos, como las frutas y verduras, podrían seguir subiendo debido a factores externos como el clima y las fluctuaciones en los costes de producción.
La inflación en España ha mostrado signos de moderación en los últimos meses, pero el encarecimiento de los alimentos sigue siendo una de las principales preocupaciones para los consumidores. Las decisiones políticas y las medidas adoptadas por el Gobierno en los próximos meses, así como la evolución de los mercados globales, serán determinantes para el desarrollo de esta situación.
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El descenso del 0,58% en el coste de la cesta de la compra en septiembre supone un alivio temporal para los consumidores, pero el aumento de precios en frutas, verduras y bebidas refleja las tensiones persistentes en el mercado de alimentos. A medida que los precios continúan fluctuando, las familias españolas se enfrentan al reto de equilibrar sus presupuestos en un contexto de inflación sostenida. Las medidas de apoyo gubernamentales y la cooperación de toda la cadena alimentaria serán claves para mitigar los efectos de esta situación en el futuro.