El empresario Jordi Hidalgo Palomares, conocido por ser el dueño de la histórica marca de moda Blanco, ha adquirido el control de la firma alicantina Cuplé, especializada en calzado y otros accesorios. Esta compra se realiza a través de HR Consultores, una empresa también de su propiedad, y tiene como metá objetivo aprovechar la infraestructura existente de Cuplé para relanzar la marca Blanco. Con esta operación, Hidalgo busca crear «sinergias» entre ambas marcas, consolidando así su posición en el mercado de la moda y apuntalando el futuro de Blanco, una marca que ha enfrentado serios desafíos en los últimos años.
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La adquisición de Cuplé se produce en un contexto en el que la marca se encontraba en una etapa complicada tras un reciente relevo generacional, con los hijos de la fundadora, Antonia Pastor, tomando las riendas de la empresa. A pesar de haber sido una compañía exitosa que alcanzó el centenar de tiendas, Cuplé había reducido su presencia a aproximadamente una decena de establecimientos para finales de 2022. Las cifras financieras revelan una notable caída en su facturación, que pasó de 1,62 millones de euros en 2022 a solo 265.665 euros en 2023, lo que indica que la situación económica de la empresa estaba deteriorándose drásticamente.
A lo largo de su historia, Blanco ha sido emblemática en el ámbito de la moda femenina en España, ofreciendo una variedad de estilos que revolucionaron el mercado tras su fundación en 1960. Sin embargo, la marca ha enfrentado múltiples problemas financieros, incluyendo un concurso de acreedores en 2014 y su posterior liquidación en 2016. Desde que Hidalgo tomó el control de Blanco en 2017, ha intentado revitalizarla, aunque con resultados variados. La primera tienda de esta nueva etapa se inauguró en Murcia, pero el esperado despliegue de más de treinta nuevas tiendas en un año no se concretó.
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La adquisición de Cuplé por parte de Hidalgo representa una nueva estrategia para revivir Blanco, utilizando la infraestructura y la experiencia de Cuplé para darle un nuevo impulso a la marca. Con su enfoque renovado, el empresario espera mejorar las ventas y la presencia de Blanco en el competitivo mercado de la moda española. La fusión de ambas marcas no solo busca optimizar los recursos existentes, sino también reforzar la identidad de Blanco, que alguna vez fue un ícono de estilo y moda para muchas clientas en España. La evolución de este movimiento corporativo será clave para determinar el futuro de estas marcas en el dinámico panorama de la moda.