Intersport España busca un inversor que le permita asegurar su futuro
Intersport, uno de los gigantes en la distribución de equipamiento deportivo, enfrenta un momento crítico en su operación en España. La filial española de la empresa suiza está inmersa en la búsqueda de un inversor financiero que inyecte los ocho millones de euros necesarios para mantener el negocio a flote y continuar su actividad en el país. Esta ampliación de capital se vuelve imprescindible debido a las complicaciones financieras que arrastra la compañía en los últimos años, agravadas por el cierre de algunas de sus tiendas asociadas y la pérdida de acceso a líneas de crédito.
La situación que enfrenta Intersport en España no es nueva. En palabras de su nuevo director general, Rafael Barbé, la empresa ha encadenado varios ejercicios «complicados». Aunque asegura que no se trata de un problema de rentabilidad directa, la caída del volumen de negocio ha generado tensiones que han puesto en jaque la viabilidad de la compañía. La crisis se profundizó cuando, en 2023 y 2024, algunos de los asociados de la empresa se vieron obligados a cerrar sus puertas, lo que no solo trajo impagos y facturas pendientes, sino que también dañó la reputación de la compañía en un momento crucial de renegociación de sus líneas de crédito.
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En 2022, Intersport España cerró el ejercicio con una deuda de 3,9 millones de euros con diversas entidades financieras. Esta cifra, aunque elevada, podría haber sido manejable de no ser por la reciente salida del equipo financiero de la empresa, lo que dejó a la filial española sin los recursos y la experiencia necesarios para gestionar los problemas crediticios.
Ante este panorama, Intersport España ha decidido recurrir a la búsqueda de un inversor mayoritario que inyecte los ocho millones de euros necesarios para mejorar su situación financiera. Esta operación implicaría una reorganización del capital, ya que el posible socio adquiriría más del 50% de la participación en la filial española. Intersport España, que hasta ahora había operado como una cooperativa con 62 accionistas, se transformaría en una empresa controlada por un inversor externo.
Esta transformación marca un cambio radical en la estructura tradicional de la compañía, y aunque puede ser vista como una solución necesaria para evitar su colapso, supone también la pérdida de su espíritu cooperativo y colaborativo. Ninguno de los accionistas actuales posee más del 4% del capital, lo que significa que la llegada de un nuevo inversor mayoritario cambiaría por completo el control de la empresa.
¿Quién será el caballero blanco?
Uno de los puntos más delicados de este plan de reestructuración es la búsqueda de un inversor. Aunque se ha especulado con la posibilidad de que la matriz suiza de Intersport intervenga directamente, el propio Barbé ha aclarado que la prioridad es buscar a alguien del «universo Intersport». Esto implica que el inversor no necesariamente debe ser la matriz suiza, sino que puede tratarse de un actor interesado en ampliar su presencia en otro territorio.
En este sentido, la empresa española cuenta con varios activos importantes que podrían atraer a un inversor: la licencia del uso de la marca en España, las acciones de Intersport internacional que posee Intersport España, y la red de 32 tiendas propias y diez outlets que opera en el país. Estos activos son el principal atractivo para cualquier socio potencial que busque entrar en el mercado español o fortalecer su posición en él.
Cabe destacar que Barbé ha negado rotundamente los rumores que apuntaban a la central de compras Base como posible candidata a hacerse con el control de Intersport España. Según el directivo, las negociaciones avanzan en otras direcciones y no están vinculadas a ninguna de las operaciones que han circulado en los últimos años dentro del sector.
Una junta crucial para el futuro
El próximo 17 de septiembre será una fecha clave en el futuro de Intersport España. La empresa celebrará dos juntas de accionistas, una del hólding principal, Intersport SL, y otra de la Central de Compras y Servicios (CSS). En estas reuniones se espera que los accionistas aprueben la ampliación de capital y el plan de reestructuración que permita la entrada del nuevo inversor.
Además, en las últimas semanas, la empresa ha enviado una carta a sus proveedores en la que advierte sobre las «incidencias de tipo financiero» que han afectado al funcionamiento del negocio. En esta comunicación, Intersport ha solicitado a sus proveedores que congelen los pagos a la filial y los redirijan directamente a las tiendas de la marca, con el fin de asegurar que los pedidos programados y las reposiciones puedan seguir su curso normal. Este movimiento permitirá a la compañía seguir operando mientras se implementa el plan de salvamento.
Operación acordeón: un ajuste financiero
En junio de 2023, Intersport España ya había comenzado a tomar medidas para aliviar su situación financiera. Durante su junta general de accionistas, se aprobó una operación acordeón, que consistió en un aumento y posterior reducción de capital. Esta acción, que es comúnmente utilizada para compensar pérdidas, permitió aumentar el capital social en 300.000 euros mediante la emisión de treinta millones de nuevas acciones.
Simultáneamente, se aprobó una reducción del capital social de 675.375 euros, a través de la amortización de 67,5 millones de acciones. Como resultado, el capital social de la Central de Compras y Servicios quedó fijado en 5,89 millones de euros. Estos movimientos fueron necesarios para ajustar las cuentas de la empresa y hacerla más atractiva para los posibles inversores.
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Intersport, que comenzó su andadura en 1968 como una cooperativa de compras entre varios países, ha crecido hasta convertirse en uno de los mayores grupos mundiales de distribución de equipamiento deportivo. En España, opera de manera independiente al grupo suizo, pero mantiene una estrecha relación con la matriz debido a la estructura de licencias.
Sin embargo, la crisis financiera que atraviesa la filial española ha puesto de manifiesto la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y de buscar nuevas formas de operar. La entrada de un inversor mayoritario marca el fin de una era para la empresa en España, pero también abre la puerta a un futuro en el que pueda seguir siendo un actor relevante en el competitivo mercado de equipamiento deportivo.