El Informe Anual OFISO 2025 pone de manifiesto el sólido avance de España en el ámbito de la financiación sostenible, consolidando su posición como referente internacional. De acuerdo con el informe, en 2024 se canalizaron un total de 65.705 millones de euros en financiación para proyectos y actividades sostenibles, lo que representa un crecimiento del 8% respecto al año anterior. Este rendimiento no solo supera la media global, sino que también refuerza la tendencia positiva observada desde el primer semestre de 2024. Uno de los aspectos más destacados del informe es el papel clave del mercado español en la emisión de bonos verdes y sostenibles. En este sentido, se emitieron 24.151 millones de euros en total, lo que representa un incremento del 14% en comparación con 2023. Es notable que tres de cada cuatro euros emitidos correspondan a bonos verdes, sumando un total de 18.758 millones de euros. Esto no solo refleja un compromiso con la sostenibilidad, sino que también posiciona a España como un actor fundamental en el mercado global de finanzas sostenibles.
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En términos de préstamos y créditos sostenibles, la categoría ha mantenido su dinamismo, representando el 55% del total de la financiación sostenible en España. Esto se traduce en un volumen de 36.263 millones de euros, que también ha experimentado un crecimiento anual del 9%. Este aumento en los préstamos sostenibles indica un creciente interés y compromiso por parte de las instituciones financieras y las empresas en invertir en iniciativas amigables con el medio ambiente.
El mercado español ha demostrado una notable estabilidad en la cuota sostenible dentro de la renta fija, que se mantiene en un 18% del total de bonos emitidos. Este comportamiento contrasta con el crecimiento más modesto a nivel mundial, donde la emisión de bonos sostenibles alcanzó los 946.952 millones de euros, experimentando una expansión del 2%. Esta diferencia sugiere que España está a la vanguardia de las finanzas sostenibles y que presenta un potencial significativo para el crecimiento futuro en este ámbito.
El impacto de estos instrumentos financieros también es significativo desde la perspectiva ambiental. Según los reportes de impacto, los bonos verdes emitidos en 2024 han permitido evitar la emisión de 6,4 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que contribuye de manera tangible a los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático. Entre los emisores que lideran este crecimiento, destacan el Tesoro español, Iberdrola, Telefónica y CaixaBank, los cuales han superado los 2.800 millones de euros en emisiones y han concentrado más del 50% del total emitido en el país. Esto puede interpretarse como un indicador de un compromiso real por parte de las principales instituciones del país hacia prácticas más sostenibles.
Un punto clave que se destaca en el informe es la previsión de vencimiento de bonos sostenibles en 2025, que se estima alcanzará los 9.769 millones de euros, de los cuales el 68% son bonos verdes. Este escenario plantea desafíos y oportunidades para el mercado, ya que requerirá una estrategia adecuada para refinanciar estos bonos y para seguir impulsando nuevas emisiones.
En el aspecto de la intermediación, HSBC se posiciona como el líder del ranking con una cuota del 10%, seguido por BBVA con un 9% y CaixaBank que representa el 7,8%. Este panorama evidencia la competencia existente entre las principales entidades financieras del país en el ámbito de la financiación sostenible, lo que puede resultar en un aumento en la innovación y la elaboración de productos financieros más ecológicos.
El informe también aborda las tendencias regulatorias y políticas que influirán en la financiación sostenible en los próximos años. Uno de los elementos más relevantes es el «Informe Draghi», que destaca la descarbonización como un eje fundamental para el desarrollo económico de la eurozona. Además, se anticipa que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentará una «Ley Ómnibus» en el primer trimestre de 2025, cuyo objetivo será simplificar el marco regulatorio medioambiental en Europa. Estas medidas podrían facilitar la integración de prácticas sostenibles en el sistema financiero europeo y fortalecer la posición de España en este contexto.
A nivel nacional, el Gobierno español ha presentado en noviembre su «Libro Verde de Finanzas Sostenibles», que actúa como hoja de ruta para impulsar la inversión sostenible en el país. Este documento destaca la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para fomentar una mayor sostenibilidad económica. Sin embargo, existen desafíos significativos, especialmente en relación con los mercados de carbono y la financiación de la biodiversidad. Con compromisos globales aún insuficientes, es fundamental que se desarrollen políticas que promuevan un crecimiento equilibrado y sostenible en estos ámbitos.
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En palabras de Julián Romero, presidente de OFISO, Europa sigue desempeñando un papel de liderazgo en la financiación sostenible global a pesar de los retos que enfrentan algunos países en materia de regulación y políticas climáticas. Según Romero, es esencial que se mantengan los incentivos para fomentar el desarrollo de un sistema financiero más unido a los principios de sostenibilidad y aguas ecológicas. De manera similar, Juan Carlos Villanueva, secretario general de OFISO, enfatiza que el futuro de la financiación sostenible radica en encontrar «fórmulas regulatorias equilibradas» que incentiven más que penalicen. La diversificación de los instrumentos financieros verdes, que incluya hipotecas y titulizaciones con etiqueta sostenible, también será crucial para alcanzar un mercado más integral y eficaz.
A medida que el sector financiero español sigue buscando estar alineado con la transición ecológica, la estabilidad del mercado y el compromiso de empresas e instituciones se presentan como factores clave para mantener el crecimiento y la mejora en el ámbito de la financiación sostenible. La capacidad de adaptación del sector ante los desafíos regulatorios y el cambio climático será fundamental para preservar su liderazgo y continuar contribuyendo a un futuro más sostenible. Así, se hace evidente que la financiación sostenible en España no solo avanza, sino que se consolida como un pilar esencial para impulsar la economía en el contexto de la sostenibilidad, contribuyendo a los objetivos globales de mitigación del cambio climático y desarrollo sostenible.