España se prepara para implementar un sistema de devolución de envases que pretende revivir prácticas sostenibles del pasado y abordar la insostenible crisis de residuos que enfrenta el país. Bajo la denominación de Sistema de Devolución y Depósito de Residuos (SDDR), el Gobierno ha establecido que este modelo de reciclaje debe estar operativo para noviembre de 2026.
Este esfuerzo se enmarca dentro de una creciente presión por alcanzar los estándares europeos en materia de gestión de residuos, donde España ha quedado rezagada, alcanzando apenas un 41% de reciclaje, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Vea también: Apple intelligence: La revolución de la IA en España
Con la creación de un grupo de trabajo que incluye a actores del sector, entidades gubernamentales y organizaciones civiles, se busca trazar un camino hacia la eficiente recuperación de envases como botellas de plástico, latas y tetrabriks.
El SDDR funcionará mediante un modelo donde los consumidores pagarán un depósito adicional al adquirir productos en envases retornables, que oscilará entre 0,07 y 0,40 euros. Este monto será reembolsado cuando el envase vacío se devuelva a un punto de recolección en el mismo establecimiento donde fue comprado. Esta iniciativa tiene como objetivo principal reducir el volumen de residuos que termina en vertederos, fomentando un ciclo de vida más sostenible para los envases. Sin embargo, la implementación de este sistema no está exenta de desafíos. Existen preocupaciones sobre el impacto que tendrá en los precios finales de los productos y la posibilidad de que se ponga en riesgo el empleo dentro del sector de distribución. Los supermercados han expresado su inquietud respecto a la viabilidad del SDDR, sugiriendo que podría plantear complicaciones logísticas y financieras en su proceso de instalación.
Durante las negociaciones, un punto crucial será el precio del depósito que se cobrará a los consumidores. Este aspecto es fundamental ya que puede influir en la aceptación pública del sistema, así como en su eficacia. César Sánchez, portavoz de Retorna, ha enfatizado la necesidad de establecer acuerdos sólidos con todas las partes involucradas y ha resaltado que, aunque el modelo ya ha demostrado su éxito en otros países, su implementación debe ser cuidadosa y adaptativa a la realidad española.
Las 130 plataformas que conforman Alianza Residuos Cero celebran esta decisión del Gobierno, considerando que representar un paso hacia adelante en la gestión responsable de los residuos. Para lograr el objetivo de un sistema de devolución eficiente, es imperativo que su implementación sea ágil y adaptable tanto en áreas urbanas como rurales.
No obstante, surgen interrogantes sobre la continuidad de este proyecto en caso de cambios políticos que puedan cuestionar la decisión del Ejecutivo. El temor a que la nueva legislación se demore en su implementación es un riesgo palpable. Las expectativas son altas, pero la recelosa actitud de ciertos sectores puede poner a prueba la determinación del Gobierno para cumplir con los plazos establecidos. Además, la correcta ejecución del modelo depende de la capacidad logística para facilitar el retorno sin causar incomodidades a los consumidores; el sistema no puede convertirse en una carga adicional en el proceso de compra.
Vea también: Shein lanza su mayor tienda física en Madrid
La introducción del SDDR en España podría marcar un hito significativo en la lucha contra el desperdicio de plásticos y otros materiales de envase, alineándose con un enfoque más consciente del medio ambiente y la sostenibilidad. Sin embargo, su éxito dependerá de la cooperación entre gobiernos, empresas y consumidores, así como de la facilidad con que se pueda implementar y gestionar este nuevo sistema de devolución.